El legado heladero de El Ciervo: 60 años de tradición en Liniers
Una historia de pasión y dedicación en la fabricación de uno de los helados más queridos del barrio, que ha ido ganando corazones y paladares generación tras generación.
El origen de El Ciervo
En Liniers, El Ciervo es más que una heladería, es un símbolo de tradición. Desde hace seis décadas, esta heladería ha mantenido la misma fórmula artesanal que cautiva a locales y visitantes. Francisco Maccarrone y su esposa llegaron a tomar las riendas del negocio tras responder a un aviso en un diario.
Un negocio familiar que crece
En ocasiones especiales como el Día de la Madre o Navidad, las ventas alcanzan hasta 300 kilos de helado. Lo que comenzó como una olla de 30 litros se ha transformado en una fábrica con tres locales, donde su granizado y torroncino son defendidos con la misma pasión que se le tiene a un equipo de fútbol.
La receta secreta
La clave del éxito está en la mezcla perfecta: huevo y crema de leche como base y frutas frescas que aportan autenticidad. A lo largo de los años, El Ciervo ha sabido mantener su esencia y seguir conquistando paladares.
Una historia que perdura
Francisco comparte su trayectoria con orgullo, dejando claro que su vida ha girado en torno al helado artesanal. Su hija Susana se une a él en la dirección de El Ciervo, asegurando que el legado familiar continúe.
Una meticulosa elaboración
Elaborar helado en El Ciervo es un arte que exige precisión: cada ingrediente es seleccionado cuidadosamente. Francisco explica que el helado se consume a bajas temperaturas, lo que exige una composición perfecta para ser disfrutado al máximo.
Tradición y modernidad
Las máquinas modernas han permitido mejorar la textura del helado. Francisco asegura que la pasteurización asegura calidad y pureza, lo que ha elevado el nivel del helado que ofrecen.
Sabor y creatividad
Los sabores en El Ciervo cuentan historias: el granizado y el chocolate con almendras son clásicos, mientras que el torroncino se ha convertido en un emblema de la heladería. Este sabor especial combina turrón, castañas de cajú y almendras, llevando a los comensales a un viaje nostálgico.
Reconocimiento y futuro
Para celebrar sus 60 años, El Ciervo ha renovado su propuesta. Nuevas variedades como el Sambayón Tipo Málaga enriquecen el menú, mostrando que la tradición puede coexistir con la innovación.
Un legado heladero
La Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y afines recientemente reconoció a El Ciervo por su contribución a la cultura heladera argentina, destacando su dedicación a la elaboración artesanal.
La esencia de El Ciervo
Cada cucurucho representa una historia familiar y una dedicación por ofrecer lo mejor. A lo largo de seis décadas, esta heladería ha mantenido vivo su espíritu, atrayendo a nuevos y viejos clientes con su amor por el helado.
