Terrible Situación del Spiridon II: Vacas Uruguayas en Peligro
Un nuevo capítulo se suma a la angustiante historia del barco Spiridon II, que transporta casi 3,000 vacas uruguayas en condiciones críticas. La comunidad animalista clama por acción urgente ante la inminente tragedia.
El buque Spiridon II, que salió de Montevideo rumbo a Turquía a mediados de septiembre con un cargamento de 2,901 vacas vivas, arribó recientemente a Libia en condiciones desgarradoras. Aunque se especula que los animales podrían ser trasladados a Líbano para ser faenados, la falta de comida y atención veterinaria plantea serias dudas sobre su supervivencia.
La llegada del Spiridon II, tras permanecer anclado en la costa turca desde el 22 de octubre debido a problemas documentales, ha desencadenado indignación. Desde que fue atracado, se han reportado 58 muertes entre los animales, y se estima que 140 terneros han nacido en condiciones deplorables.
Una travesía llena de sufrimiento
“Las posibilidades de que los bovinos lleguen vivos a Montevideo son casi inexistentes”, advirtió la activista uruguaya Rita Rodriguez González, quien señala que el barco está navegando sin un veterinario a bordo, un requisito esencial en estas circunstancias. Rodríguez González también denuncia la falta de responsabilidad del Estado uruguayo, que se ha desentendido del asunto al alegar que es un “problema privado”.
La situación ha sido monitoreada por la Animal Welfare Foundation (AWF), que alerta que el Spiridon II podría no alcanzar Uruguay antes de mediados de diciembre, dejando al ganado en una situación crítica si no se realizan descargas antes de esa fecha.
Condiciones inhumanas a bordo
“La mayoría, si no todos los animales, no sobrevivirán a este viaje infructuoso”, señala la veterinaria Maria Boada Saña, destacando la falta de alimento y agua. Las condiciones de hacinamiento no solo amenazan a las vacas, sino también a sus crías que, si logran nacer, tendrán escasas posibilidades de sobrevivir.
La AWF también comunica que la tripulación enfrenta una situación precaria, sin la formación ni el equipo necesario para atender a los animales gravemente enfermos. “No son responsables de esta tragedia, y también merecen ser liberados de este desastre”, subraya la organización.
Este lamentable episodio reitera la urgente necesidad de revisar las regulaciones sobre el transporte de ganado, garantizando condiciones adecuadas y una atención veterinaria esencial para evitar que eventos como este se repitan en el futuro.
