«Este superpozo no es un nuevo descubrimiento, en realidad lo que hemos hecho es evolucionar la técnica y tomar más riesgo para un pozo de características distintas», explicó Galuccio en el inicio de la charla con Télam para dar detalles del anuncio que realizó esta semana en ocasión del cierre de la Exposición Argentina Oil & Gas que reunió a las principales empresas productoras y de servicios de la industria de los hidrocarburos. Se trata del pozo Loma Campana 992 o pozo LLL992H -como se define técnicamente en la empresa- que registró una producción inicial de 1.630 barriles diarios de crudo alcanzada mediante 28 etapas de estimulación de la roca, lo que permite aventurar «un futuro extremadamente promisorio» para pozos similares y para el aprovechamiento del yacimiento de Vaca Muerta. La experiencia y los resultados del superpozo permiten a Galuccio plantear que «de lo que ya se conocía se logró extraer más, lo cual lo hace repetible» y anima en breve a «hacer un nuevo pozo con 35 etapas de fractura. Y si se consolida quiere decir que ciertas áreas (de Vaca Muerta) pueden tener este tipo de solución». El punto del nuevo pozo dentro del área está siendo definido por el equipo de YPF, se supone que tendrá cierta proximidad al LLL992H -aunque no necesariamente- y según el CEO de la compañía «en tres meses ya podría estar dando algún resultado». La técnica a emplear en la fractura, a diferencia del que ya está en producción, se denomina Sliding Sleeve lo que permitirá dar «un paso más adelante tecnológicamente» dijo Galuccio al explicar que en el país «no falta tecnología sino que muchas herramientas no están en el mercado y hay que buscarlas» en proveedores de servicios del exterior. «Posiblemente tengamos muchos operadores en Vaca Muerta, pero YPF marcó el camino y demostró cómo se puede hacer y qué se puede hacer» en este yacimiento que ya le permite a la compañía nacional extraer unos 52.000 barriles de petróleo diarios, umbral de reciente superación gracias a los más de 400 pozos que perforó en ese yacimiento. «YPF está en el negocio petrolero para tomar riesgos, aparte de ser una compañía grande y de tener ambiciones importantes, tiene el desafío de cambiar el futuro energético del país, y eso nos da más razones para tomar riesgo y permitirnos ser los primeros en conocer y descubrir cómo hacer algo. Hoy YPF es un grande, y tiene muchas similitudes con la pionera que descubrió muchos que los pozos que producen hoy otras compañías», afirmó el directivo que lleva 3 años al frente de la compañía. Lo que se resalta del superpozo no es sólo su producción inicial inédita en el país, así como su potencial durante los 30 años de vida estimada o la aplicación de técnicas complejas que requiere el yacimiento no convencional, sino que su costo de 19 millones de dólares refleja una mayor eficiencia en la ecuación de inversión ante otro emprendimiento de similar característica -de 1.100 barriles diarios- a cargo de un tercer operador que demandó un desembolso de 46 millones de dólares, contrastó Galuccio. «Esto es también lo que lo hace un superpozo, ya que el costo por barril disminuye y despierta un modelo nuevo de producción en donde el aprovechamiento realmente pueda ser mucho más económico», resaltó Galuccio al señalar que este desarrollo «abre una expectativa muy grande» sobre el futuro de la exploración y explotación de recursos no convencionales en el país. En el detalle de los aspectos técnicos, el CEO de la petrolera nacional explicó que «este es un pozo de 2.000 metros de longitud horizontal y 5.350 de longitud total, y en donde hasta hoy poníamos de 15 a 18 fracturas ahora hemos puesto 28 etapas de estimulación lo que permitió contactar más roca, darle más conductividad y lograr un pozo que produce más».
YPF busca nuevo superpozo en Vaca Muerta
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