Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encarna un nuevo liderazgo que ha desdibujado las líneas de autoridad y normas en el deporte nacional. Bajo su mando, la AFA ha dejado de lado los reglamentos para imponer una cultura del «todo se vale», donde la única regla es la voluntad del «mandamás».

Un Modelo de Liderazgo Cuestionable

Tapia se presenta como un caudillo que impone sus decisiones sin reparos, desde consagrar campeones de torneos inexistentes hasta abolir descensos de manera arbitraria. Este uso discrecional del poder no solo desnaturaliza el deporte, sino que también refuerza un sistema de impunidad que es reflejo de una cultura política más amplia en Argentina.

La AFA como Reflejo de la Sociedad

La gestión actual de la AFA se ha tornado en un símbolo del país sin reglas. La falta de respuestas por parte de los dirigentes ante tal panorama evidencia una cultura de complicidad que trasciende el terreno futbolístico. Preguntas como si existe una tendencia a la conveniencia o si se convalidan atropellos por un interés personal son relevantes en este contexto.

Transparencia en la Oscuridad

La actual administración evidencia hilos invisibles que conectan a Tapia con prácticas cuestionables. En esta red se encuentran economías opacas y decisiones tomadas en la penumbra, sumiendo al fútbol argentino en un clima de miedo y sumisión ante el poder establecido.

El Contexto del Manejo del Poder

El vínculo de Tapia con Pablo Toviggino, tesorero de la AFA, resalta la cultura de intimidación que ha permeado en las instituciones políticas y deportivas. Toviggino se ha convertido en el ejecutor de una agenda que desprecia la democracia interna, en un marco donde la crítica se silencia y los disidentes son marginados.

Una Dualidad en el Fútbol Argentino

A pesar de su controvertido liderazgo, el fútbol argentino también cuenta con ejemplos que contrastan fuertemente con la figura de Tapia. La selección nacional, bajo el mando de Lionel Messi y Lionel Scaloni, representa el profesionalismo y el mérito, valores que contrastan con los métodos impuestos en la AFA.

La Pregunta Clave: ¿Qué Modelo Prevail?

La dicotomía es clara: ¿seguiremos uniendo esfuerzos por el éxito basado en la disciplina y el trabajo, o continuaremos en el modelo que premia la arbitrariedad y el abuso de poder? Esta elección no es solo un dilema del deporte, sino que refleja la dirección que tomará Argentina en el futuro.