«Olvidemos los rencores. Estamos listos para pasar página hacia una nueva relación entre los dos países, y la voluntad política es el ancla principal entre ambos», dijo Rohani durante el foro empresarial en la sede de la patronal francesa Medef en París, del cual también participó el primer ministro francés, Manuel Valls. El presidente iraní, acompañado de seis ministros, destacó que su país necesita inversión en áreas como la energía, la agricultura, el transporte o la aeronáutica, y pidió que se aproveche la «atmósfera positiva» creada con el levantamiento de las sanciones como impulso. Su viaje a Francia, iniciado ayer, es el primero de un jefe de Estado iraní en 17 años y cierra una gira por Europa que lo llevó antes a Italia y al Vaticano, donde se reunió con el papa Francisco. La gira tuvo un cariz netamente económico y comercial, y se espera que durante la visita a Francia se cierren varios acuerdos comerciales. La automotriz francesa Peugeot anunció hoy su retorno oficial a Irán con un acuerdo para producir 200.000 autos en Irán, y se espera que Rohani manifieste su intención de comprar más de 100 aviones de pasajeros del fabricante europeo Airbus. Rohani admitió que desde la imposición de las sanciones internacionales en 2006, Irán atravesó una «situación complicada», en la que pese a todo avanzó «paso a paso, de forma pausada pero sólida», y superó «problemas económicos muy complejos», como una fuerte inflación, para poder aumentar su competitividad. «La imposición de sanciones nunca ha tenido éxito en la historia. Perjudica a las dos partes», destacó en su breve intervención ante destacados dirigentes empresariales de uno y otro país, según informó la agencia de noticias EFE. Las autoridades francesas recuerdan que, como consecuencia de esas sanciones, las importaciones francesas procedentes de Irán pasaron de 2.500 millones de euros en 2006 a solo 61 millones en 2014. «Debemos trabajar con convicción y valentía. Nos interesa a los dos países», manifestó Rohani, que aseguró que esta nueva etapa en su colaboración bilateral no supondrá «un perjuicio» al resto de naciones. Valls, por su parte, dijo que también se firmarán acuerdos con Irán en las áreas de salud, agricultura y medio ambiente. El premier dejó clara la disponibilidad de Francia y de sus empresas para responder a las necesidades iraníes, y subrayó que su país acogió «con total satisfacción» la entrada en vigor el pasado 16 de enero del acuerdo nuclear multilateral con Irán. «Francia e Irán se reencuentran», sostuvo el jefe del gobierno galo, que subrayó que «las empresas francesas están a la escucha» y su gabinete «plenamente comprometido para construir juntos esta nueva etapa». La cita en el Medef se tradujo en la firma de otros dos pactos de cooperación: uno en transporte sostenible y otro entre la empresa pública de trenes SNCF y su homóloga iraní. También se formalizó uno para el desarrollo de una filial francesa de aluminio. Todo hace prever que tras el encuentro esta tarde de Rohani con el presidente francés, Francois Hollande, se anuncie un importante pedido para Airbus por Irán de 114 aviones, con los que renovar la maltrecha flota de Iran Air, la aerolínea de bandera iraní, muy castigada por las sanciones.
Rohani pide en París una nueva relación con Francia
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