Este martes, el presidente Javier Milei dará un giro significativo en la reunión de Gabinete al presentar a dos nuevas figuras en su círculo más cercano: Alejandra Monteoliva, quien asumirá como Ministra de Seguridad, y el teniente general Carlos Presti, nuevo titular del Ministerio de Defensa. Esta reestructuración refleja tanto una continuidad en las políticas actuales como un esfuerzo por recuperar el control político tras los recientes inconvenientes que llevaron a congelar el Consejo de Mayo.

Monteoliva, que se desempeñaba como secretaria del área, sustituye a Patricia Bullrich y liderará una cartera crucial para mantener la agenda de orden y seguridad del Gobierno. Por otro lado, la designación de Presti marca un hito: se convierte en el primer militar de carrera en dirigir el ministerio desde 1983, lo que la administración considera un paso hacia la «desdemonización» de las Fuerzas Armadas.

La Libertad Avanza Refuerza Su Estructura

Mientras el Ejecutivo se enfoca en estabilizar su dirección interna, La Libertad Avanza acelera su estrategia política. Karina Milei, secretaria general del partido y figura clave en la organización del oficialismo, está organizando un gran evento en la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de evidenciar el músculo partidario tras las elecciones.

Esta iniciativa busca fortalecer su presencia en el distrito más poblado del país, consolidar la estructura a nivel nacional y organizar un entorno donde La Libertad Avanza aún enfrenta fragmentación interna. Con una agenda legislativa apretada y reformas que requieren respaldo, el oficialismo aspira a mejorar su capacidad territorial.

Expectativas para la Reunión de Gabinete

La reunión de este martes, en la que Monteoliva y Presti desempeñarán un papel central, se interpretará como el inicio de una nueva fase: un enfoque renovado en la cohesión y el orden dentro de las estructuras policiales y militares, así como un intento por reforzar la disciplina interna en un Gobierno que ha estado equilibrando avances legislativos con tensiones internas.

Detrás de esta jugada, Milei busca establecer un equilibrio entre un Gabinete sólido, una estructura partidaria en auge y un mensaje político que retome el protagonismo, especialmente tras una semana marcada por desafíos internos.