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viernes, noviembre 22, 2024
El oro vuelve a ser un cobijo

El oro vuelve a ser un cobijo

El año 2015 no fue un buen año para el oro. De hecho, ni siquiera en los momentos de pánico como fue el del crash del 24 de agosto, el metal amarillo consiguió brillar. Su estatus como activo refugio, en un contexto deflacionista como el actual, fue del todo cuestionado pero a juzgar por el comportamiento que está teniendo el oro en estas primeras sesiones de 2016, el oro puede volver a encontrar un hueco en las carteras.

Al menos eso es lo que refleja su comportamiento en lo que va de año. Y es que el oro no solo consigue ser la materia prima más alcista del año gracias a su 2,5 por ciento de rentabilidad, sino que además ha logrado cotizar en verde en casi todas las sesiones en que la bolsa lo ha hecho en rojo. Además, por primera vez en mucho tiempo está entrando más dinero del que sale en productos cotizados que replican el comportamiento de este metal ya que, según los datos de ETF Securities, la segunda semana del año, la misma en la que los índices bursátiles perdieron sus soportes, los ETF de oro registraron entradas netas de dinero por valor de 17.600 millones de dólares, récord de las últimas nueve semanas.

Sin embargo, aunque la inversión en oro puede volver a tener sentido como protección de las carteras, los fundamentales siguen sin apoyar la inclusión de este metal pensando en el largo plazo. El primero de esos fundamentales es la demanda. Según los datos del World Gold Council en el tercer trimestre de 2015 se demandaron 40.417 millones de dólares de oro, un 6 por ciento menos que en el mismo trimestre de 2014 debido sobre todo a la caída de la demanda para joyería -China e India son los principales importadores para este fin-, tecnología y bancos centrales y a pesar del repunte del 11 por ciento que experimentó la demanda de oro como inversión. El segundo pilar en el que se apoya el oro es la inflación y ahora de eso hay poco en el mundo, sobre todo teniendo en cuenta que el recorrido que le espera al petróleo sigue siendo a la baja- algunos bancos de inversión como Goldman Sachs y Morgan Stanley pronostican ya un crudo en 20 dólares-. Y el tercero es el dólar y sobre todo la subida de tipos de interés en EEUU. «Parece que la subida de tipos en EEUU es lo que más influencia tiene en el precio del oro. La primera semana de 2016 se vieron datos inferiores a lo esperado en EEUU y eso impulsó al oro», apuntan en Barclays. Y, de hecho, esos malos datos, unido al crash de China de esa primera semana de enero, llevó a los analistas a reducir su expectativa de subida de tipos en EEUU, del 50 por ciento que veían alzas el 31 de diciembre al 41 por ciento del 8 de enero. Una caída de expectativas que tuvo un reflejo en el oro, que en ese periodo subió un 3,8 por ciento. Sin embargo, la mayoría de analistas considera que esos malos datos de EEUU son temporales por lo que mantienen su expectativa de varias alzas de tipos en EEUU en 2016. De hecho, apenas ha variado la previsión que se maneja para el precio del oro de cara a este año: de media los analistas de Bloomberg lo ven a finales de este trimestre en 1.100 dólares, un 10 por ciento por debajo de los 1.117 dólares actuales.

En todo caso, la falta de otras alternativas rentables cuando los mercados hacen crash sí convierte al oro en un activo a tener en cuenta, al menos para reducir las pérdidas de la cartera. Y la opciones para incluirlo son varias -comprar acciones de mineras, fondos que inviertan en ellas o fondos que lo hagan en derivados de commodities- pero la más adecuada si uno piensa en proteger la cartera es comprar ETF que repliquen solo el comportamiento del oro. En el mercado mundial- no es necesario que un ETF esté listado en bolsa española para comprarlo- hay más de 300 productos de este tipo, según los datos de Morningstar. Uno de ellos es el SPDR® Gold Shares, el ETF de oro más grande del mercado con más de 20.000 millones de euros en activos bajo gestión, y en lo que va de año se anota una apreciación del 5 por ciento, muy similar al 5,51 que se anota el oro. Parecidas rentabilidades presentan el resto de los cinco ETF más grandes que cotizan en mercado ya que ofrecen rendimientos de entre el 4,66 y 5,02 por ciento. A la hora de decantarse por uno u otro es importante fijarse en la liquidez que ofrecen ya que a mayor volumen de negociación, que suele coincidir con un mayor patrimonio, mayor liquidez. Y la segunda variable son los costes. A este respecto, de media, los ETF que replican al oro soportan gastos netos del 0,40 por ciento sobre el patrimonio pero hay algunos como iShares Gold Trust que incluso están por debajo.

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