Dictaron prisión preventiva de la ex suegra de Christian Lanatta por encubrimiento

Los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez quedaron con prisión preventiva por fugarse el 27 de diciembre último del penal bonaerense de General Alvear, mientras que la ex suegra de uno de ellos fue procesada, y también seguirá detenida por encubrirlos, informaron hoy fuentes judiciales. En tanto, el fiscal de Coronel Brandsen, Mariano Sibuet, solicitó en las últimas horas que los hermanos Martín (42) y Christian (44) Lanatta y Víctor Schillaci (35) también queden con prisión preventiva por el ataque a tiros contra dos policías de la localidad bonaerense de Ranchos cometido cuatro días después de la evasión, mientras los tres permanecían prófugos. Según las fuentes, a pedido del fiscal general de Azul, Cristian Citterio, el juez de Garantías Federico Barberena, dictó la prisión preventiva de los condenados por el triple crimen por los delitos de «evasión, robo calificado y privación ilegal de la libertad». Es que durante la fuga, los presos robaron un Fiat 128 y armas armas de fuego y también se llevaron de rehén a uno de los guardiacárceles. En ese mismo expediente a cargo de Citterio y Barberena también quedó en las últimas horas con prisión preventiva pero por el delito de «encubrimiento agravado» la ex suegra de Christian Lanatta, Elvira Martínez (55), detenida desde el 10 de enero último. El abogado defensor de la mujer, Esteban Gutiérrez, explicó a Télam que tras ser notificado de la resolución judicial, presentó un pedido de nulidad y sobreseimiento ante el juzgado. Durante su indagatoria ante el fiscal, Martínez se declaró inocente y aseguró que no tuvo «nada que ver con la fuga» y aclaró cómo fue la compra de la Renault Kangoo patente NCD 960 que supuestamente su ex yerno le robó el 31 de diciembre de su casa del partido bonaerense de Berazategui para continuar con la fuga junto a sus dos cómplices. Ese vehículo fue secuestrado el 7 de enero en un rancho de la localidad santafesina de San Carlos, donde los prófugos estuvieron estuvieron ocultos. Para el abogado Gutiérrez «fue una casualidad del destino» que Martínez adquiriera la Kangoo pocos días antes de la fuga y su defendida le explicó al fiscal que se la entregó a su ex yerno «bajo presión» ya que «la amenazaba con que le iba a matar a la hija». En tanto, el juez de Garantías de La Plata César Melazo cuenta con cinco días hábiles para definir el requerimiento elevado ayer por el fiscal Sibuet por la «tentativa de homicidio calificado» contra los policías de Ranchos, Fernando Pengsawath (23) y Angélica Lucrecia Yudati (33), cometido en las primeras horas del 31 de diciembre último. La hipótesis de los investigadores apunta a que luego de ese ataque, los fugitivos regresaron hacia el conurbano, se apoderaron de la Kangoo de Martínez y a bordo de ese vehículo se dirigieron a la provincia de Santa Fe, donde luego de balear a dos gendarmes en la localidad de San Carlos terminaron detenidos en la vecina Cayastá. Fuentes judiciales precisaron a Télam que el fiscal Sibuet valoró en su requerimiento el testimonio de Yudati quien reconoció a Christian Lanatta como quien le disparó con una escopeta 12/70. De acuerdo a la reconstrucción que realizó el funcionario judicial, al momento de los disparos los tres fugitivos iban a bordo de una Ford Ranger oscura conducida por Schillaci, mientras que Christian Lanatta iba como acompañante y su hermano Martín sentado detrás del conductor. Para el fiscal Sibuet, los hermanos Lanatta fueron los que dispararon contra los dos policías y por ello los acusó de «coautores», en tanto que Schillaci permaneció a bordo de la camioneta, a raíz de lo cual, lo imputó de «partícipe necesario». Además, el instructor judicial cuenta con un informe de la Policía Científica bonaerense en el que se halló ADN de Christian Lanatta en un par de anteojos que se cayeron de la Ford Ranger. En la causa a cargo de Sibuet se encuentra con prisión preventiva Raúl Lorenzetti (58), el dueño de una quinta de Chascomús detenido desde el 6 de enero