Subtítulo: Enrique Pescarmona, fundador de IMPSA, queda fuera del juicio tras evaluaciones psiquiátricas que determinan su incapacidad para enfrentar el proceso.
A pocas horas de que se detallen los 13 sobornos que se le atribuyen, Enrique Pescarmona ha sido declarado incapacitado para ser juzgado. La psiquiatra Soledad Puppo firmó el documento que lo excluye del juicio, basándose en su estado mental actual.
La evaluación psiquiátrica
Según la doctora Puppo, el empresario mendocino carece de «conciencia de enfermedad» y presenta «fallas groseras en su memoria». Su juicio mental ha sido calificado como «debilitado», lo que llevó a su exclusión del proceso.
Resultados inquietantes
Con el documento presentado ante el Tribunal Oral Federal 7, Pescarmona no participó de la audiencia virtual donde se leyeron los cargos en su contra. Se afirmó que IMPSA pagó sobornos por un total de 2,98 millones de dólares a funcionarios del Ministerio de Planificación Federal.
Un intento de eludir al juicio
Al igual que otros empresarios relacionados con el caso Cuadernos, Pescarmona había intentado salir del juicio mediante una «reparación integral», propuesta que fue rechazada por la fiscal Fabiana León, quien enfatizó que «la corrupción se juzga, no se negocia».
El último recurso
Después de fracasar en su intento de indemnización, Pescarmona se sometió a varias pruebas médicas, cuyos resultados fueron analizados por el psiquiatra forense Rafael Herrera Milano. Sus conclusiones llevaron a la decisión de la doctora Puppo de declararlo incapacitado.
Un cuadro alarmante
El informe indica que Pescarmona presenta signos de un «síndrome demencial cortical progresivo», afectando su capacidad cognitiva y su juicio en situaciones legales. Se destacó su falta de habilidad para planificar y valorar consecuencias, lo que lo incapacita para afrontar su juicio.
Implicaciones para el juicio
Este desarrollo representa un nuevo golpe para el juicio de corrupción más grande de la historia argentina. La decisión de la doctora Puppo obliga al TOF 7 a considerar el sobreseimiento de Pescarmona, ya que el empresario no está en condiciones de escuchar las acusaciones.
Una preocupación mayor
Este caso plantea interrogantes sobre la posibilidad de que otros acusados intenten eludir la justicia por razones similares. ¿Cuántos más se beneficiarán de condiciones físicas que les permitan escapar del juicio?
