El momento de parar a Donald Trump

Si hubo un momento para detener a Donald Trump hacia la nominación presidencial republicana, seguramente es éste luego de su derrota en Wisconsin a manos del senador Ted Cruz. Aunque dicho Estado es un eslabón aparte de lo que pueda suceder en las primarias en el futuro, representa una muestra de la unidad de los líderes del Partido Republicano ante la amenaza de Trump. Por eso, ahora, se empieza a especular con la posibilidad de que el magnate inmobiliario no logre reunir los 1237 delegados antes de la convención que se realizará en Cleveland, Ohio, entre el 18 y el 21 julio. Si Trump, actualmente con 738 delegados, no consigue la nominación presidencial el Partido Republicano podría darle la espalda y darse una convención abierta como en 1976. Hoy, sin embargo, los detractores de Trump están entusiasmados con lo que ocurrió en Wisconsin, donde Cruz logró el 48,3% de los votos, contra el 35,1% de Trump. Cruz, apoyado por los líderes republicanos, tiene 502 delegados; el senador de Florida Marco Rubio (ya retirado) 171, y el gobernador de Ohio, el moderado John Kasich, 143. El resultado ha sorprendido a Trump, dueño de un mensaje xenófobo y racista con el que ha ascendido en las primarias republicanas. Pero lo cierto es que Cruz ya había ganado los estados de Utah y Colorado, convirtiéndose en la única alternativa para derrotar al empresario neoyorquino. Trump está furioso y sabe muy bien que Wisconsin no fue un resultado más de su campaña para la presidencia en la que aspira a enfrentar a la favorita demócrata Hillary Clinton, el próximo 8 de noviembre. En Wisconsin, por otra parte, el senador demócrata Bernie Sanders obtuvo este martes su sexta victoria de las siete últimas convocatorias, al vencer a Hillary por 56,5 a 43,1%. Sanders, más allá de su prédica anti sistema, tiene muy pocas chances de superar a la ex primera dama que sigue contando con una ventaja de más de 250 delegados a su favor: 1243 (son necesarios para ganar 2383) contra 980. Por eso el escenario político estadounidense está más enfocado a los republicanos, donde Trump se retiró de Wisconsin (en el medio oeste estadounidense) sin pronunciar un discurso, acusando a Cruz de «ser peor que una marioneta». Lo que queda de la primarias republicanas será decisivo: 19 de abril, Nueva York; 26 de abril, Connecticut, Delaware, Maryland, Pensilvania y Rhode Island; 7 de junio, California, Montana, Dakota del Sur, Dakota del Norte, New Jersey y Nuevo México. «Me parece que Trump es un candidato muy cuestionado, tanto por el establishment demócratico como el republicano. Es obvio que hay un sector de la vieja guardia que no quiere saber nada con él», dijo a Télam Federico Merke, director de las carreras de Ciencias políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés. Según Merke, «en otro país Trump hubiera creado otro partido. Pero en Estados Unidos los partidos tienen un nivel de institucionalización muy baja y se articulan parar las elecciones». «La ventaja que tiene Trump es que los candidatos que lo pueden reemplazar son peores que él», dijo Merke. No cabe duda de que Trump se ha ganado una mala reputación entre los negros, los asiáticos y los hispanos, con frases memorables como la de impedir la entrada de los musulmanes a Estados Unidos. O quizá con aquella frase, la más criticada de todas, pronunciada al principio de su campaña: la amenaza de construir un muro en la frontera sur con México para impedir la entrada de trabajadores ilegales. Trump siempre trata de humillar a sus adversarios, con expresiones cargadas de ironía en las que parece dirigirse a la llamada «América blanca», formada por trabajadores rurales no muy educados. A estos grupos se sumó en los últimos meses el temido grupo supremacista Ku Klux Klan. Acusado de ser un narcisista y un machista, así como de desconocer la problemática del país, Trump amenazó esta semana con bloquear las remesas que envían los inmigrantes mexicanos a su país de origen, si México no accede a pagar p