Las autoridades santafesinas reportaron esta mañana que si bien hoy no se registran lluvias en Santa Fe capital, permanece la preocupación por las crecidas de los ríos Paraná y Salado, que ya provocaron inundaciones en barrios ubicados por afuera de los anillos de contención de la ciudad. Informes de Prefectura Naval Delegación Santa Fe y del observatorio de la Universidad Nacional del Litoral detallan que el río Paraná tiene hoy una altura de 6,11 metros y el río Salado llegó a 6,08 metros. La Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia estima un pico cercano a los 7 metros en el Salado para mañana, en el puente sobre la ruta 70 en Recreo. La Municipalidad informó esta mañana que se mantienen evacuadas en refugios de la ciudad 157 familias constituidas por 558 personas que reciben asistencia social y sanitaria, además de contar con un dispositivo especial de seguridad y apoyo para el traslado de los niños a sus escuelas. En tanto, en el barrio La Nueva Tablada (noroeste de la ciudad) más de 60 familias que viven fuera de los anillos de protección urbanos están afectadas por la crecida del Salado. La secretaria de Comunicación de la Municipalidad de Santa Fe, Andrea Valsagna, dijo que «los asistentes sociales del Municipio van a intentar que al menos los chicos se queden en el refugio del Polideportivo La Tablada, que tiene capacidad para unas 100 personas”, y resaltó que «la gente se corre a medida que crece el río, cada vez que el Salado llega a 6 metros, se inundan, pero no quieren abandonar sus viviendas por miedo a perder sus cosas o que les roben». Silvina Rodríguez, vecina de la zona, relató a Télam que «la gente comenzó a autoevacuarse hacia zonas adonde no hay agua o a casas de familiares cercanos, muchos se refugiaron en un frigorífico abandonado de la zona; hay presencia de víboras, por eso necesitamos botas, pero también leche, pañales, frazadas y colchones». Miguel Duarte dijo que junto a sus hijos rearmó un corral para proteger a sus cerdos: «Ya se me murieron dos ahogados, todavía nadie vino a ayudarnos». Entre tanto, en la zona este, la crecida del Paraná afectó a los barrios Colastiné y Villa California, a la vera de la ruta provincial 1, que permanecen anegados. Oscar Signe, presidente de la Vecinal Colastiné Norte, afirmó que «la zona está totalmente intransitable, está afectado prácticamente el 70%, hay gente que no puede entrar ni salir, y que está dejando los autos a dos o tres cuadras de las casas. Tienen que salir con los hijos en brazos para llevarlos a la escuela porque esto es realmente un caos. Hay inseguridad, no podemos ayudar a la prevención, no nos arreglan las calles. Las máquinas acá no existen y las bombas para sacar agua donde está anegada la gente no aparecen”. Por su parte, el presidente de la Vecinal de Villa California, Roberto Romero, dijo que «la situación es muy complicada y por el momento lo único que pueden hacer los pobladores es esperar y transitar es imposible». «Hay que aguantarse ahora, porque cuando se tuvieron que hacer las obras no se hicieron. Estamos pagando los errores del pasado”, concluyó Romero.
Más de 500 santafesinos permanecen evacuados en la capital por las crecidas
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