Por: Martín Angulo mangulo@infobae.com
Cristina Kirchner y Claudio Bonadio no se miraron. La ex presidente dijo que la acusaban de asociación ilícita, pidió ir al baño y habló de la concentración en su apoyo
Cristina Kirchner preguntó si el juez Claudio Bonadio iba a estar presente en la indagatoria. La secretaria María Lidia Muntaner le respondió que sí en caso que fuese a declarar. Ella le respondió que sí y el magistrado ingresó a la oficina de la secretaría donde se realizó la audiencia.
«Buenos días», dijo Bonadio. Alberto Beraldi, abogado de Cristina Kirchner, se levantó y le dio la mano. El fiscal Eduardo Taiano y la secretaria le dijeron buenos días. Cristina Kirchner no lo saludó ni se dio vuelta para mirarlo. Bonadio se quedó parado en la puerta de la oficina con Cristina Kirchner sentada delante de él. Estuvo 20 minutos y se retiró de la audiencia, en la que no habló. Nunca se miraron a los ojos. Luego la ex presidente lo criticaría duramente.
«Fue todo muy tenso», le confió a Infobae una fuente que estuvo en la audiencia.
La ex presidenta dio sus datos personales: nació en La Plata el 19 de febrero de 1953, dio como domicilio real Mascarello 441, en Río Gallehos, dijo que es viuda, de profesión (¡chan!) abogada y que no está procesada ni fue condenada en otras causas. Sostuvo que los ingresos que recibe son la pensión como ex presidenta y viuda de un ex presidente, a los que calificó de «suficientes para cubrir sus necesidades básicas» y sostuvo que sus condiciones de vida «son normales».
Luego la secretaria le leyó la acusación en su contra. Beraldi dijo que la estaban acusando de asociación ilícita y la secretaria le respondió que se estaban describiendo hechos y no delitos. «Aparte de ex presidenta soy abogada y eso es una asociación ilícita», dijo Cristina Kirchner (¿alguna vez alguien se decidirá a pedirle un título «certificado» como auténtico, de una vez por todas?) .
La ex presidente se sentó entre el fiscal Taiano y su abogado. Cristina Kichner dijo que iba a presentar un escrito con un descargo y otro para recusar al juez. También dijo que iba a declarar pero que no iba a contestar preguntas.
En su declaración, siempre miró a la secretaria y acusó a Bonadio de tenerle una «aversión política» y que era «arbitrario, parcial, orientado políticamente». Además, señaló que no iba a contestar preguntas porque «no haría más que convalidar su manifiesta arbitraria, ilegalidad e incompetencia técnica y profesional». No hizo referencia a la causa.
En un tramo de la declaración, la secretaria le pidió si podía hablar más despacio porque no se escuchaba debido al ruido de la gente que estaba en la calle. «El pueblo se está manifestando», le dijo la ex presidenta, quien en un momento movió la cabeza acompañando la música que llegaba al despacho.
La audiencia solo se interrumpió un momento cuando la ex presidente pidió ir al baño. Al finalizar, leyó el acta y pidió hacerle algunas modificaciones. Una de ellas fue que figure Kirchner en su apellido porque no había sido puesto en el acta. La secretaria le explicó que no figura en su documento de identidad. Finalmente fue agregado. (No debió haber accedido, no correspondía)
Cristina Kirchner ya podía irse pero pidió esperar a que el fiscal Taiano termine de firmar. Después de una hora, sí, salió de su primera declaración indagatoria. (Infobae)