La agencia nacional de noticias Télam cumple este jueves 71 años en la búsqueda de dar una mirada nacional y plural sobre los acontecimientos de nuestra región, encarando el desafío de brindar y producir noticias frente a la multiplicación de plataformas y servicios de información. Fundada el 14 de abril de 1945 con el nombre de «Telenoticiosa Americana», dando lugar al acrónimo bajo el que todos la conocen, la agencia está hoy en un momento de crecimiento y en un constante crecimiento profesional. Este festejo por los 71 años encuentra a la agencia trabajando en conjunto para adaptar los servicios a las necesidades informativas de los clientes que, lejos de ser solamente quienes lo compran, se han multiplicado hasta formar un número infinito que contiene a todo el país e incluso al resto del mundo. En abril de 1945 Argentina era gobernaba por Edelmiro Farrell, pero el hombre fuerte era el entonces secretario de Trabajo y Previsión, Juan Domingo Perón; la idea que organizó la decisión de crear una empresa periodística, en ese entonces mixta entre capitales privados y el Estado Nacional, era dar la batalla contra la creciente hegemonía de las poderosas agencias norteamericanas UPI (United Press International) y AP (Associated Press). En tiempos de pleno desarrollo de las industrias periodísticas de masas, Télam es la versión argentina de una política estatal y nacional de producción de noticias. El golpe de 1955 y la irrupción de la autodenominada Revolución Libertadora puso a la Agencia al borde de la desaparición. Sin embargo, su conversión en una Sociedad Anónima durante el gobierno de Frondizi le permitió estabilizar su situación financiera y crecer, fundamentalmente por el desarrollo tecnológico, la cobertura territorial y el abastecimiento a los grandes diarios y canales de la ya instalada televisión nacional. Los años ’60 fueron claves para el desarrollo y la instalación de Télam como agencia de noticias. Tal era su importancia que a fines de la década, el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía decidió estatizarla y también darle el monopolio del manejo de la publicidad oficial. En el período dictatorial que se inició en 1976, Télam no escapó a lo que sucede en procesos de acoso y deformación informativa, apuntando más a la propaganda que a la información pura y a este horror se sumó también, el robo y/o la destrucción casi total de su archivo periodístico. La vuelta de la democracia tiene para la agencia una doble sensación: por un lado, el clima de libertad que se vive en el país después de la dictadura, pero al mismo tiempo, la penuria económica de un Estado quebrado y la presión de las agencia de noticias privadas Noticias Argentinas (NA) y Diarios y Noticias (DyN) para que el Estado deje de sostener a Télam. Así, el clima de desestatización que invade al país desde fines de los ’80 se consolida con la llegada de Carlos Menem a la presidencia, quien en 1995 decreta la liquidación de la empresa. Tal osadía no se concreta, pero en 1996 otro decreto le vuelve a sacar funciones. Finalmente, en 2000 Fernando De la Rúa ordena otra vez la liquidación de Télam. Son años de lucha de los trabajadores para sostener las fuentes de trabajo y la supervivencia de la Agencia. Tras la caída del gobierno de la Alianza, la agencia recupera su autarquía y comienza a desarrollar una nueva concepción de lo público. Hoy, Télam está en pleno proceso de expansión, consolidando, tras más de siete décadas de avatares, un lugar central como productora pública y nacional de información. A los despachos diarios que genera Télam, hay que sumar el servicio audiovisual y de radio para todos los abonados, que convierten a la agencia en una red que trasmite en los tres formatos: escrito, radial y televisivo. El portal de la agencia www.telam.com.ar, renueva la actualidad de las noticias en tiempo real de manera abierta al público en general y en paralelo al servicio periodístico mayorista, que llega a la mesa de los principales editores del país.
Télam cumple 71 años informando con pluralidad y nuevas plataformas
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