Este martes, el Gobernador presenta una parada estratégica en su hoja de ruta política: el debate sobre el endeudamiento de más de USD 3.000 millones para el año 2026. Este proyecto fue aprobado en la comisión con el respaldo mayoritario del oficialismo y la colaboración de un legislador independiente, dejando la puerta abierta para la sesión convocada para este miércoles.

En la primera parte de la semana pasada, el gobierno había asegurado una mayoría para avanzar en dos temas complementarios, pero el verdadero desafío radicaba en obtener autorización para el endeudamiento. Sin este apoyo, el Presupuesto carecería de sentido para el Ejecutivo, que necesitaba estabilizar su propuesta legislativa.

El permiso para solicitar deuda pública es fundamental para que la administración de Kicillof pueda cumplir con obligaciones externas y llevar a cabo proyectos de infraestructura. Sin embargo, es necesario alcanzar dos tercios de los votos en ambas cámaras, lo que convierte la tarea en una compleja danza de negociaciones entre los bloques políticos.

Desde el Gobierno se han planteado múltiples estrategias para conseguir el apoyo requerido, incluyendo compromisos con bloques dialoguistas. La abstención en la comisión se debió a la inclusión de modificaciones que no tuvieron tiempo de ser revisadas, según comentó un miembro del Ministerio de Hacienda.

El escenario para la sesión de este miércoles es un formato combinado, comenzando con los Diputados y continuando con los Senadores, con el objetivo de votar las leyes en el mismo día, tal como lo ha planificado el equipo de Kicillof.

Para atraer la aprobación de la oposición, el Gobierno ha puesto sobre la mesa una serie de incentivos. Se han discutido jefaturas de bloques y la asignación de cargos clave dentro de la Legislatura, así como un considerable paquete de casi $300.000 millones destinado a municipios, lo que ha generado un clima favorable para el diálogo.

El proyecto de presupuesto contempla un gasto de 41 billones de pesos, con un incremento del 20% respecto al ejercicio anterior. Esto incluye inversiones en infraestructura y programas con enfoque de género que abarcan todos los ministerios, en una clara divergencia de las políticas económicas del Gobierno Nacional bajo Javier Milei.

Kicillof está decidido a que este paquete de medidas se apruebe antes del recambio legislativo programado para el 10 de diciembre. Sin embargo, el escenario se presenta más complicado con la nueva composición de la Legislatura, y el tiempo apremia.

“Buscamos debatir las tres propuestas de manera conjunta y llevarlas de Diputados a Senadores el mismo día”, afirmó el presidente de la Comisión, Juan de Jesús. Las condiciones para una sesión exitosa parecen estar planteadas, con ambos cuerpos convocados para ello.