Un director de cine propone una película donde un modesto equipo, que la temporada anterior se salva del descenso, gana por primera vez en su historia un campeonato de fútbol de los más importantes del mundo con un plantel de jugadores casi desconocidos y un DT que nunca había conseguido un título de liga. Resultado: los productores le rechazan la historia porque es demasiado exagerada y poco creíble. Así podría resumirse lo que pasó en Inglaterra con el Leicester, un humilde equipo con 132 años de historia, que este lunes se quedó con la Premier League, relegando a los ‘grandes’ de Inglaterra como Manchester United, Arsenal, Liverpool, Manchester City y Chelsea. En la anterior temporada, a nueve fechas del final del torneo, el Leicester era un firme candidato a irse al descenso. Pero siete triunfos y un empate hicieron el milagro y “The Foxes” (Los zorros) se quedaron en la Premier League, la máxima categoría del fútbol inglés, a la que había arribado tras ascender dos años atrás. Tras una gira por Asia, el entrenador Nigel Pearson fue despedido y en su reemplazo se contrató al italiano Claudio Ranieri, de 64 años, que había sido echado de la selección de Grecia tras una histórica derrota frente a las Islas Feroe. Una leyenda del fútbol inglés, Gary Lineker, fanático del Leicester, estallaba en las redes sociales y criticaba la designación de Ranieri, que nunca había conseguido un título de liga pese a dirigir a grandes clubes como Atlético de Madrid, Roma, Chelsea, Juventus e Inter. Pero tras veintidós triunfos, once empates y apenas tres derrotas ocurrió el milagro: un equipo formado por futbolistas casi desconocidos se coronó campeón. Nombres como Jamie Vardy -goleador del equipo-, Riyad Mahrez -una de las grandes revelaciones-, N´Golo Kanté, Daniel Drinkwater, Wes Morgan -el capitán- y el arquero Kasper Schmeichel -hijo del histórico Peter- dejaron de ser ‘extraños’ para el mundo del fútbol. Y hasta un argentino, Leonardo Ulloa, se dio el gusto de gritar campeón con un gran aporte de seis goles en 28 partidos. Ranieri armó un equipo sólido en el aspecto defensivo, combativo en el mediocampo y punzante en la delantera con un Vardy, que hace unos años jugaba en la séptima categoría y trabajaba en una fábrica y hoy es uno de los goleadores de la Premier League con 22 conquistas. Los jugadores se revalorizaron tanto que en la última fecha FIFA de marzo, ocho titulares fueron convocados por sus respectivas selecciones: Schmeichel (Dinamarca), Morgan (Jamaica), Mahrez (Argelia), Fuchs (Austria), Vardy y Drinkwater (Inglaterra), Kanté (Francia) y Okazaki (Japón). Probablemente, ni el más fanático de los hinchas del Leicester podía imaginarse lo que ocurrió. Pero el que tuvo una premonición fue el propio Ranieri que al momento de firmar su contrato pidió una cláusula que estipulaba un premio de 6,4 millones de euros si salía campeón. Y lo consiguió.
Leicester, un campeón de película en Inglaterra
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