«El Movimiento Cinco Estrellas es la fuerza más votada en Roma y Torino. Es un resultado histórico», afirmó a través de las redes sociales el líder del sector y ex cómico Beppe Grillo. Grillo resaltó la elección realizada por Raggi, quien logró el primer puesto en la capital italiana con el 35,3% de los votos, contra el 24,8% del candidato del oficialista Partido Democrático Roberto Giachetti, con quien definirá en la segunda vuelta. «El viento está cambiando, estamos listos para gobernar», agregó la abogada de 37 años, quien podría convertirse en la primera mujer alcalde de Roma de la historia, de la mano del movimiento surgido en 2009 como consecuencia de los sectores descontentos con los partidos políticos tradicionales tras la crisis económica europea. En tercer lugar en la capital italiana quedó la ex aliada de Silvio Berlusconi, Giorgia Meloni, quien se presentó a la elección apoyada por la derechista Liga Norte de Matteo Salvini, con más críticas al oficialismo que al grillismo y superó levemente el 20%, un caudal que será clave para el balotaje, todo de acuerdo al 95% del escrutinio divulgado esa mañana. El Movimiento Cinco Estrellas alcanzó también el segundo turno electoral en Torino, donde la candidata Chiara Appendino quedó segunda con el 30,86% de los votos, casi once menos que el oficialista Piero Fassino. En un contexto en el que casi todas las grandes ciudades definirán a sus alcaldes en el balotaje dentro de dos semanas, en Milan también se impuso el PD con Giuseppe Sala, aunque apenas logró un punto de ventaja al derechista Stefano Parisi de cara a la segunda vuelta que los enfrentará. De hecho, la ciudad del norte quedó como la gran posibilidad de la derecha para acceder a un gobierno comunal, en medio de una disputa de liderazgo a nivel nacional para ese espacio entre Berlusconi con su Forza Italia y Salvini con su Liga Norte. En Nápoles, otra ciudad que ponía en juego la jefatura comunal, el actual alcalde y ex fiscal antimafia Luigi de Magistris quedó a un paso de lograr la reelección con cerca del 43% de los votos, casi 20 más que el derechista Gianni Lettieri, a quien ya derrotó cinco años atrás, mientras que el PD no logró llegar al balotaje en una de las ciudades más grandes del sur italiano. Sólo en Cagliari el oficialista Massimo Zedda logró retener la alcaldía en primer turno, superando a la centroderecha de Piergiorgio Massida. Con una participación del 64% de los 13 millones de habilitados para votar, según los datos del Ministerio del Interior, la apatía política se hizo sentir en una Italia en la que se registró una caída de casi el 5% en la concurrencia a las urnas respecto de las comunales de 2011, con bajas promedio del 6% en Roma, Nápoles y Torino. Si bien se trata de alrededor del 25% del padrón total del país, la oposición busca convertir los resultados en una derrota del PD del premier Matteo Renzi. De todas formas, Renzi ya había adelantado que la verdadera elección plebiscitaria sobre su gestión será el referéndum de octubre, cuando someterá a votación su proyecto de reforma constitucional que entre otros puntos plantea la desaparición del Senado como cámara legislativa. Renzi, quien busca obtener dentro de cuatro meses un respaldo para compensar que llegó al poder de manera indirecta en 2014, ya anunció que si la reforma no es avalada dará un paso al costado.
La oposición italiana calificó de histórico el resultado de las elecciones comunales
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