Subtítulo: La Fiscalía de Milán investiga las denuncias sobre turistas que, durante la guerra de Bosnia, pagarían para participar en "safaris de francotiradores" contra civiles.
La Fiscalía de Milán ha iniciado una investigación después de que surgieran acusaciones de que ciudadanos italianos viajaban a Bosnia-Herzegovina en «safaris de francotiradores» durante la guerra en la década de 1990.
Denuncias impactantes
Las acusaciones sugieren que italianos y otros extranjeros pagaban cantidades significativas para disparar contra la población civil en una Sarajevo asediada.
La voz de un periodista
El periodista Ezio Gavazzeni, autor de la denuncia, describe esta situación como una «cacería humana» protagonizada por personas adineradas con una inclinación por las armas.
Según él, estos turistas pagaban para poder disparar a civiles indefensos desde posiciones serbias en las colinas que rodean la ciudad.
Precios y víctimas
Los informes sugieren que existían tarifas diferenciadas según el género y la edad de las víctimas, siendo más costoso disparar a niños.
El asedio a Sarajevo dejó un trágico saldo de más de 11.000 muertes, mientras la ciudad fue sometida a bombardeos continuos y fuego de francotiradores.
Cazadores internacionales
A lo largo de los años, han surgido múltiples denuncias sobre «cazadores de personas» que viajaban desde diversas naciones para participar en estos actos.
Investigación en curso
Las evidencias aportadas por Gavazzeni, que incluyen testimonios de un oficial de inteligencia militar bosnio, están siendo analizadas por el fiscal antiterrorista italiano, Alessandro Gobbis.
«Le pusimos fin a esto»
Un oficial de inteligencia bosnio detalló que en 1993 ya se conocían rumores sobre los safaris. Las autoridades italianas fueron informadas y, tras su diligencia, los viajes se detuvieron en poco tiempo.
Retomando la investigación
Gavazzeni se interesó nuevamente en el tema tras ver un documental, «Sarajevo Safari», que profundiza en la participación de individuos de varios países, incluyendo Estados Unidos y Rusia.
A principios de este año, presentó un dossier de 17 páginas con detalles sobre el caso, pero la investigación en Bosnia ha enfrentado obstáculos.
Testimonios reveladores
Se estima que al menos un centenar de personas participaron en estos actos, con italianos pagando tarifas que llegaban hasta los 116.000 dólares.
Uno de los casos más notorios involucró al escritor y político Eduard Limonov, quien fue grabado disparando en Sarajevo en 1992. Sin embargo, él no pagó por su participación; simplemente admiraba a Radovan Karadzic, líder serbobosnio.
Indiferencia ante el mal
Los informes indican que muchos turistas llegaban a la zona de guerra con la excusa de realizar misiones humanitarias, solo para luego regresar a sus países tras participar de estos actos atroces.
Gavazzeni calificó la situación como una «indiferencia del mal» y espera que las autoridades logren identificar a los involucrados en este siniestro fenómeno.
