Claudia Bernazza, ex diputada y miembro del colectivo, expone las preocupaciones actuales en el programa Bienvenidos al tren, donde menciona que la red fue creada con propósitos claros que aún perduran. “Somos un conjunto de organizaciones comunitarias que trabajamos y vivimos con los pibes de los barrios”, comenta.

Desde sus inicios, Los Chicos del Pueblo han alzado sus voces con consignas como “El hambre es un crimen” y “Con ternura venceremos”. A lo largo de los años, han ido incorporando inquietudes adicionales, como el alarmante aumento del consumo de drogas en las comunidades, adoptando el lema “Ni un pibe menos por la droga”.

La Comunidad Como Pilar Fundamental

Bernazza apunta hacia la necesidad de una comunidad que proteja a los niños y adolescentes: “Hay pibes que necesitan ser cuidados por la comunidad, no pueden quedar solos frente a un Estado que se retira”, advierte. Esta problemática se intensifica en el contexto económico actual, donde las decisiones gubernamentales impactan directamente en los espacios que históricamente han brindado apoyo diario.

El Impacto del Cierre de Chapadmalal

Uno de los hechos más inquietantes para estas organizaciones es el cierre del complejo turístico de Chapadmalal. Este emblemático lugar, símbolo de esperanza, ha permitido que muchos niños experimentaran el mar por primera vez a través de programas sociales. La consigna “Chapa es de los pibes” representa la identidad de miles de familias que ven este cierre como una pérdida valiosa.

Juan Manuel Bruno, otro integrante del colectivo, no oculta su indignación ante la situación: “Esto es un momento siniestro. La solidaridad parece ser vista como algo negativo”, expresó, resaltando que se está privando a los niños de experiencias cruciales.

Las Consecuencias de las Políticas Públicas

Bruno sostiene que las decisiones administrativas tienen un grave impacto en la vida de muchos chicos: “El hambre es un crimen porque es consecuencia de una decisión política. Esta decisión política define el destino de una cantidad de pibes impresionante”, afirmó, recordando que los recortes en programas estatales profundizan las desigualdades.

Deterioro de las Políticas de Infancia

Además del cierre de Chapadmalal, las organizaciones están denunciando un deterioro en las políticas destinadas a la infancia. Hay una notable reducción de recursos para comedores y merenderos, la paralización de programas esenciales y dificultades para mantener actividades de apoyo. En este contexto, los clubes barriales y casas del niño se erigen como el último refugio para muchos.

La Resiliencia de Los Chicos del Pueblo

A pesar de este sombrío panorama, Bernazza destaca que la red comunitaria permanece firme y activa. “Hay una comunidad que no abandona a los pibes. Seguimos trabajando porque sabemos que sin cuidado no hay futuro”, aseguró. Con nuevas acciones y movilizaciones en mente, Los Chicos del Pueblo están decididos a visibilizar su ocupación y a reclamar que la infancia no sea una variable de ajuste más.