Descubren en España los Restos de un Guerrero Medieval con una Excepcional Anomalía Genética
Los recientes hallazgos en un antiguo cementerio español han dejado a arqueólogos y científicos asombrados. Los restos de un guerrero, que vivió entre los siglos XIII y XV, presentan características inusuales que arrojan luz sobre la vida en la Edad Media.
Durante las excavaciones llevadas a cabo en un cementerio medieval cerca del castillo de Zorita de los Canes, se encontraron los restos de un hombre adulto que, además de haber muerto en combate, sufría de craneosinostosis, una condición que afecta el desarrollo del cráneo y el cerebro.
Un Hallazgo Sorprendente Cerca del Castillo
Según un estudio publicado en la prestigiosa revista Heritage, los investigadores encontraron esqueletos de combatientes en una zona donde la Orden de Calatrava estuvo activa. El cráneo del guerrero presentaba una forma inusualmente alargada y estrecha, lo que llamó la atención de los expertos.
Detalles del Entierro y las Lesiones
El guerrero fue enterrado en un ataúd de madera que ya había sufrido el paso del tiempo. A pesar de las condiciones adversas, su cráneo fue recuperado y analizado en profundidad por un equipo de científicos de diversas instituciones españolas.
El análisis reveló evidencias de dos heridas de arma blanca en la cabeza, lo que sugiere un violento desenlace en su vida. La antropóloga Carme Rissech, autora principal del estudio, expresó en una entrevista que nunca había visto un cráneo como este, particularmente en un contexto de guerrero medieval.
Craneosinostosis: Una Anomalía Interesante
Al parecer, el hombre tenía entre 45 y 49 años al momento de su muerte, con una complexión que indicaba una vida activa. Sin embargo, lo más intrigante fue que las suturas craneales mostraban signos de fusión prematura, lo que le generaba una malformación en la cabeza.
En condiciones normales, los huesos del cráneo permanecen separados al nacer. Se mantienen unidos por suturas que se fusionan alrededor de los 20 años. La craneosinostosis puede resultar en daños cerebrales, y aunque hoy existen tratamientos quirúrgicos, no estaban disponibles en la época medieval.
Posibles Orígenes Genéticos de la Anomalía
La craneosinostosis puede deberse a condiciones durante la gestación, aunque muchos casos están relacionados con mutaciones genéticas, como el síndrome de Crouzon. Este trastorno se caracteriza por otras anomalías en la cabeza, entre ellas ojos separados y mandíbula pequeña.
Dado que solo el cráneo del guerrero presenta alteraciones, los investigadores suponen que podría haber padecido el síndrome de Crouzon, aunque se necesitan más análisis genéticos para confirmar esta hipótesis.
Una Supervivencia Extraordinaria
Los arqueólogos señalaron que la existencia de individuos con craneosinostosis hasta la edad adulta durante la Edad Media era poco común y su supervivencia sin intervención médica es un hallazgo notable. Estas circunstancias brindan una visión única sobre la vida y la lucha de los guerreros de esa era.
