Luego de que Elisa Carrió fuera fotografiada en Paraguay junto a un mayor retirado de Inteligencia del Ejército en un bar, la diputada nacional denunció un espionaje ilegal en su contra y apuntó contra Silvia Majdalani, número dos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Sin embargo, ahora parece que busca desactivar un conflicto interno en Cambiemos y a través de Twitter dio por finalizado el asunto.

«La AFI no hizo un seguimiento de mi viaje a Paraguay, Gustavo Arribas me presentó un informe satisfactorio», escribió.

La foto de Carrió en Asunción es con el mayor Alejandro Camino y fue tomada por el cuñado del agente de inteligencia del Ejército que acompañaba a la diputada en su viaje.

En su cruzada contra Majdalani, la miembro fundadora de Cambiemos había apuntado también contra el Presidente: «Debe decidir a quién defiende. Hasta cuando señor Presidente voy a dar la cara para defender al Gobierno y no me defienden? Yo lo quiero mucho, pero algo tendrá que hacer».

Pero más allá de esto, Carrió y sus colaboradores habían empezado a notar extrañas filtraciones en sitios marginales desde fines del año pasado. En uno de ellos, creado supuestamente ad hoc en noviembre pasado, se encontraron con información precisa de un viaje por los Estados Unidos de principios del 2016 que «Lilita» realizó junto a su amiga Lili Miedvietzky. Le siguió días después la denuncia del albañil en los tribunales de Comodoro Py. El denunciante reconoció no saber «lo que estaba firmando».

Sin embargo, a pesar de los roces, siempre aclaró que es «socia» y «parte del gobierno de Cambiemos», y que su relación con Macri es «excelente y sincera».