El Economista Luis Secco: "El esquema cambiario está volviendo a un dólar prefijado"
Luis Secco, destacado economista, expone que la actualidad del régimen cambiario argentino se asemeja al modelo de "crawling peg", con un dólar casi fijo. En su conversación en "Modo Fontevecchia", subrayó la necesidad de que el Gobierno defina claramente su política cambiaria y cómo esta afecta la credibilidad del Banco Central.
El papel del Banco Central
Secco indicó que el Banco Central busca reforzar la confianza en sus políticas cambiaria y monetaria. «El Presidente está cómodo con la situación actual», afirmó, mientras hacía hincapié en que el Gobierno debería clarificar su enfoque respecto al régimen cambiario.
Regreso a la convertibilidad
El economista comparó la situación contemporánea con la convertibilidad, donde el Banco Central actuaba principalmente como una caja de conversión, comprando y vendiendo dólares. «Lo que nos preocupa es si realmente el Banco Central solo se dedicará a monetizar la economía en el techo de la banda», agregó Secco.
La inflación y su impacto
Secco mencionó que la inestabilidad monetaria dificulta una estabilización efectiva. Aseguró que el Gobierno parece estar perdiendo la oportunidad de definir un régimen cambiario robusto, lo que se ha traducido en un aumento en la tasa de inflación.
Propuestas de cambio
El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, sugirió un modelo inspirado en la experiencia israelí de estabilización económica de 1985 a 1991. Secco subrayó la necesidad de un enfoque más preciso en la política monetaria, para evaluar cómo se ajustará la oferta de dinero según la demanda y la inflación.
Desafíos y contradicciones
Secco reflexionó sobre las contradicciones inherentes en el modelo actual. «Como país, necesitamos decidir entre un tipo de cambio flotante o fijo», afirmó, poniendo de manifiesto la incertidumbre que rodea la dirección de la política cambiaria del Gobierno.
Perspectivas futuras
El economista concluyó que el Presidente debe acelerar las reformas estructurales necesarias para garantizar una mejora en la competitividad nacional. «La estabilidad macroeconómica es prioridad, pero las reformas laborales y fiscales son esenciales para un efecto duradero», apuntó.
