Mussolini: Héroe y Villano en la Nueva Serie de Joe Wright
La serie "Mussolini: hijo del siglo" invita a los espectadores a explorar la dualidad del líder fascista, presentando su humanidad en un contexto crítico y contemporáneo.
Joe Wright, reconocido por su estilo visual único, aborda en su nueva serie «Mussolini: hijo del siglo» la compleja figura del dictador italiano. Filmada en los míticos estudios Cinecittà, la producción toma como base la novela de Antonio Scurati y narra los años previos al ascenso fascista en Italia, desde 1919 hasta 1925.
Un Enfoque Emocional y Crítico
Wright explica: «Quería que el público sintiera una atracción por Mussolini, pero que también cuestionara esa atracción. La incomodidad era esencial». Esta tensión entre fascinación y rechazo es el hilo conductor de la narrativa, donde se entrelazan elementos de realidad y ficción.
La Interpretación de un Monstruo Histórico
Luca Marinelli, quien da vida a Mussolini, reflexiona sobre el desafío de representar a una figura tan controvertida sin caer en estereotipos: «El objetivo fue mostrar su humanidad. Mussolini fue un hombre de su tiempo que eligió un camino criminal, y por eso es crucial entender su humanidad para desentrañar el horror que causó».
Un Eco del Presente
La serie, además, resuena con el contexto político actual. Marinelli sostiene que es importante recordar la historia: «Estamos viendo un resurgimiento de partidos extremos. La memoria necesita emoción para prevalecer». Wright agrega que incluso la distribución de la serie ha sido compleja, con plataformas que consideran el antifascismo como un tema “controversial”.
Una Banda Sonora Contemporánea
La elección de la música de The Chemical Brothers agrega una energía moderna a la serie. Wright menciona que la música fue una decisión primordial: «La sonoridad refleja el ímpetu de la Italia de los años veinte y de nuestra época actual». La violencia en la narración también se coreografía para mantener su impacto.
Un Juego de Actuación y Movimiento
El estilo de actuación, cargado de teatralidad, responde a la historia que se cuenta. Marinelli describe el rodaje como una danza donde cada movimiento es fundamental para capturar la esencia de Mussolini. «No se trató de imitar, sino de sentir el vértigo de un hombre convencido de su destino», afirma.
Reflejos de Manipulación
Wright utiliza recursos visuales como las proyecciones y la ruptura de la cuarta pared para evitar que el espectador se sienta cómodo. «No queríamos que la serie se sintiera como una reconstrucción históricamente naturalista, sino que reflejara la teatralidad y la manipulación que caracterizaban a Mussolini», explica.
Reflexiones sobre el Poder y la Responsabilidad
La obra también plantea interrogantes sobre cómo los individuos pueden ser responsables de los líderes que eligen. Wright reflexiona sobre la auto-ficción de Mussolini y el arte de la manipulación, lo que lleva a considerar hasta dónde llegan nuestras propias complicidades con los monstruos que hemos decidido creer.
