Argentina visitó las urnas en medio del duelo por la muerte de Santiago Maldonado, que fue confirmada el viernes.
En plena campaña, su desaparición en una protesta de indígenas mapuche el 1 de agosto generó una crisis política de la que Macri, pese a los viscerales ataques de la oposición por el caso, parece haber salido ileso electoralmente.
La victoria de Cambiemos se debe a la división de la oposición, al rechazo de Kirchner deentre un 60 y 70% de los argentinos y a la expectativa de que las reformas de Macri, sobre todo en lo económico, den frutos en el mediano plazo.
Tras la recesión de 2016 y el impacto de los ajustes de Macri en el inicio de su mandato, que dispararon la inflación, redujeron el consumo y aumentaron el déficit, la economía argentina ha ido acumulando pequeñas mejoras este año.
Pero, además, la persistencia de Kirchner como figura principal de la oposición y la ráfaga de procesamientos judiciales a ella y sus aliados le permitieron al oficialismo proyectar estas elecciones como una decisión entre la corrupción del pasado y la prosperidad del futuro.