Las torrenciales lluvias han dejado su huella en el campo argentino, pero su impacto varía notablemente entre cultivos y regiones. Según Germán Iturriza, aunque el temporal pudo haber sido más devastador, el efecto real ha sido menos agresivo de lo que se temía.

Las Consecuencias de las Lluvias en el Trigo

El trigo, que se encuentra en la etapa crucial de desarrollo, ha sido uno de los cultivos más perjudicados por el exceso de agua. Iturriza destaca que recibir entre 50 y 100 milímetros de lluvia en esta fase es muy desfavorable. Los momentos de cosecha requieren condiciones secas, y en varias áreas clave, como el norte de Buenos Aires, algunas zonas de Córdoba y el centro de Santa Fe, se registraron acumulaciones significativas.

Girasol: Un Cultivo en Riesgo

Las lluvias no han sido bienvenidas para el girasol, especialmente en el centro y norte del país. Iturriza señala que estos niveles de precipitación son desfavorables para la producción de esta oleaginosa.

Maíz: La Gran Sorpresa Positiva

A pesar de la situación adversa para otros cultivos, el maíz temprano ha recibido estas lluvias como un «espectáculo». Iturriza menciona que, al coincidir con la etapa crítica de llenado de granos, estas precipitaciones consolidan las proyecciones futuras para este cultivo.

Desafíos para la Siembra de Maíz Tardío y Soja

Sin embargo, para los productores que buscan avanzar con las labores de campo, el escenario es complicado. Las intensas lluvias entorpecen la siembra de maíz tardío y soja, creando un desafío significativo en las actividades agrícolas.