Pese a los desafíos enfrentados en el ámbito judicial y legislativo, el Gobierno argentino mantiene firme su propósito de transformar el INTA. Esta iniciativa contempla la reducción de hasta 1,700 trabajadores mediante retiros voluntarios, buscando «alinear al instituto a estándares de eficiencia estatal». Actualmente, el INTA cuenta con 5,822 empleados.

Una Estructura Obsoleta que Necesita Cambio

Durante los últimos cuatro meses, el proceso de transformación había estado estancado debido a la resistencia interna y las complicaciones legales que enfrentó un decreto de reforma. Las autoridades planean revisar a fondo la estructura del organismo, lo que podría conducir al cierre de centros de investigación que no cumplen con las exigencias de producción ni justifican su infraestructura.

Adaptándose a Nuevos Retos

Según declaraciones oficiales, el INTA «sigue operando con una estructura diseñada para la matriz productiva de hace medio siglo». Este cambio no solo implicará cerrar ciertas áreas, sino también implementar nuevas tecnologías que respondan a las demandas actuales del sector agropecuario. Aunque todavía no se ha confirmado la apertura de los retiros, el compromiso de reducir el número de empleados persiste.

Resistencia Sindical y Pérdida de Personal

De acuerdo con el gremio Apinta, cuando asumió el nuevo gobierno, el INTA contaba con 6,600 trabajadores, cifra que ha disminuido a 5,822. Mario Romero, secretario general del sindicato, advierte que el número actual de empleos es crítico para el funcionamiento del organismo, lo que hace que un proceso de retiros voluntarios resulte insostenible.

Incertidumbre en el INTA

Los trabajadores expresan su preocupación debido a las declaraciones de Nicolás Bronzovich, presidente del INTA, quien ha sugerido en reiteradas ocasiones que el instituto debe operar con un número menor de personal. Julieta Boedo, delegada de ATE, sostuvo que desde la llegada del actual gobierno, el personal ha disminuido un 17%, y anticipa un difícil futuro para los empleados estatales.

Revisión de Estructuras y Nuevos Consejos

A pesar de la incertidumbre, el nuevo Consejo Directivo del INTA ha comenzado a trabajar en una agenda de revisión de estructuras, aunque aún no se han tomado decisiones concretas. Este nuevo enfoque busca distribuir a los consejeros en macrorregiones, facilitando el contacto directo con las distintas zonas del país, algo que Romero considera vital para mejorar la comunicación y toma de decisiones.

Conflictos y Controversias en el INTA

La estación experimental del AMBA en Castelar se ha convertido en un punto focal de conflicto; el Gobierno pretende su cierre, pero los trabajadores argumentan que no pueden avanzar en este sentido debido a un amparo judicial existente. En este contexto, un grupo de aproximadamente 30 empleados espera ser reubicado.

Preocupaciones sobre la Venta de Tierras

Otro tema crítico que aborda el INTA es la posible venta de tierras, que enfrenta resistencias significativas en las provincias. Romero afirma que los consejeros locales no están de acuerdo con la entrega de tierras, lo que complica la ejecución de esta medida.

Perspectivas Presupuestarias

Según datos del gremio, se prevé un aumento del 30% en el presupuesto del INTA para 2026 en comparación con 2025, aunque consideran que esta cifra sigue siendo insuficiente para las necesidades del organismo. Romero advierte que se necesitarán gestiones adicionales para garantizar un funcionamiento óptimo del INTA a lo largo del año.

Es importante mencionar que el Consejo Directivo del INTA está compuesto por representantes del Estado y del sector agropecuario, incluyendo miembros activos en la toma de decisiones sobre el futuro del organismo.