Terapias para conseguir ancianidad saludable y prolongada
Los avances de la geriatría sugieren que las terapias dirigidas a atender el envejecimiento, para prevenir enfermedades como el cáncer y el Alzheimer, podrían permitir contar con una población anciana más sana en los próximos años. Así lo creen los científicos que están al frente de estas investigaciones y que también esperan que se pueda alargar la esperanza de vida. «Estamos cerca del objetivo de producir tratamientos para la prevención de patologías que surgen con la edad», dijo Felipe Sierra, director de la división de biología de la senectud, en el National Institute of Aging (NIA) de Estados Unidos. En el curso de los últimos veinte años, ese campo de investigación «literalmente ha explotado» gracias a descubrimientos realizados sobre organismos simples como gusanos en los que se puede medir e intervenir la esperanza de vida, explicó el especialista a la AFP. Es una sorpresa constatar que en la manipulación de solamente 17 genes, que existen en los humanos, se puede duplicar la vida de un gusano llamado «C. elegans», un organismo modelo, y hacer vivir a los ratones 60% más de tiempo con una mejor salud. Los investigadores también observaron que una fuerte reducción de consumo de calorías produciría los mismos efectos en los genes. «Nosotros sabemos que la acumulación del daño celular con la edad, como resultado del mal funcionamiento del metabolismo, provoca numerosas enfermedades», explicó Luigi Fontana, profesor de ciencia nutricional y de la geriatría en las universidades de Washington en San Luis (Missouri) y de Brescia en Italia. Ayuno intermitente Los largos periodos de ayuno también parecen estimular una depuración de las células de senectud en el organismo. El objetivo es descubrir las sustancias que produzcan los mismos efectos «porque privarse de alimentos por mucho tiempo es difícil», puntualizó el profesor Sierra de la NIA. De las veinte moléculas probadas hasta ahora en las ratas, siete han permitido alargar la vida de los roedores, señaló. Una de esas moléculas «muy prometedoras» es la rapamycine, un inmunodepresor utilizado para evitar el rechazo a un órgano trasplantado. Esta sustancia permite prolongar la vida de los ratones 25% y produce los mismos efectos sobre otras especies animales. Esta molécula puede tener efectos secundarios severos sobre los enfermos débiles pero podría ser bien tolerada por personas con buena salud, reveló el profesor Sierra. Investigadores de la Clínica Mayo, en Minnesota, han podido eliminar las células genéticamente disfuncionales de los ratones y «los resultados han sido increíbles», indicó el científico. Los roedores han vivido por más tiempo y con mejor salud. Actualmente hay de 15 a 20 moléculas dirigidas a estas células de prueba. «Estoy seguro de que algunas van a funcionar (…) por eso es que actualmente este campo es tan emocionante», indicó. Importante movilización De acuerdo con Juan Carlos Izpisua Belmonte, un genetista del Institut Salk, en California, la ciencia para alargar la vida ha hecho grandes progresos. «Ahora tenemos métodos para retrasar el envejecimiento o incluso revertirlo», dijo citando numerosos estudios incluidas sus propias investigaciones, que muestran como las células pueden reprogramarse para rejuvenecer. Un descubrimiento reciente en un grupo de Amish reveló los efectos de un solo gen mutante contra los efectos de la edad. «Esta es la primera mutación genética descubierta en un humano que parece proteger contra múltiples aspectos del envejecimiento biológico», dijo Douglas Vaughan, presidente de la facultad de medicina de la Northwestern University, en Chicago, y quien dirige el estudio. Esta investigación mostró que los portadores de esta mutación, responsable de una fuerte reducción de una proteína llamada PAI-1, tienen una tendencia a mejorar la salud y a vivir en promedio diez años más, hasta los 85 años. Una molécula que simula este efecto ha sido parte de un tratamiento clínico de prueba en Japón. «Creo que veremos varios descubrimient