Un gramo de marihuana, lo necesario para un porro de buen tamaño, cuesta $ 39 en Quito. A casi un día de viaje en avión de allí, en Tokyo, el gramo asciende a $ 937. Lo curioso es que en la capital japonesa, la ciudad en la que el cannabis es más caro e ilegal, se consumen más toneladas de la droga que en Ecuador.
Montevideo está más cerca de Quito y no solo en distancia geográfica. En Uruguay se consigue la marihuana más barata entre los Estados que han legalizado esta droga, y la séptima más económica del mundo sin tener en cuenta la regulación de cada país.
El Índice de Precios del Cannabis, que condensa los datos de Naciones Unidas y las principales encuestadoras para 120 ciudades, revela que “de las ciudades en donde es legal, Boston encabeza la lista de costo por un gramo a $ 316, mientras que en Montevideo el promedio está en $ 119.
Si bien la marihuana para uso recreativo que se vende en las farmacias uruguayas cuesta $ 200, para cinco gramos, el estudio considera un promedio de lo que vale en el mercado independiente de la vía de acceso.
Yakarta, en Indonesia, es la ciudad donde la droga es ilegal y, a la vez, más barata del mundo: el gramo vale $ 109. Pero allí el consumo tiene consecuencias extremas que incluyen la cadena perpetua y la pena de muerte. En Quito el cannabis es más económico, sin embargo como en Ecuador hay tolerancias parciales, en especial en la marihuana para fines medicinales, el estudio considera que se trata de una categoría aparte.
En Montevideo el consumo de marihuana al año es similar a San Francisco (EE.UU.). En ambas ciudades la demanda asciende a siete toneladas anuales, aunque la capital uruguaya tiene la mitad de población que la zona urbanizada de la ciudad californiana.
Uri Zeevi, uno de los investigadores, sostuvo que “al eliminar el componente criminal de la marihuana, los gobiernos podrían regular de forma más segura la producción, quitarle el poder a las bandas criminales y, como demostramos en este estudio, generar enormes réditos en impuestos para el desarrollo de los países”.
En este sentido, el informe señala que si Uruguay lleva con el cannabis una política impositiva similar a la de los cigarros, puede recaudar unos US$ 19 millones.