Sudán: Fuerzas de Apoyo Rápido toman El Fasher y provocan una grave crisis humanitaria
Los recientes hechos en El Fasher, Sudán, han desatado una ola de preocupaciones internacionales debido a la violencia extrema y las violaciones de derechos humanos que han quedado al descubierto tras el control de la ciudad por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Un panorama aterrador
Las FAR han sido acusadas de ejecutar una serie de masacres en El Fasher, donde se estima que más de 2.000 personas han sido asesinadas en el último mes. Videos que emergieron en las redes sociales muestran a combatientes de las FAR celebrando y jactándose de sus acciones, describiendo los eventos como un «genocidio».
Las fuerzas toman el control
Este grupo paramilitar, que ha estado en conflicto con el ejército sudanés desde 2023, finalmente logró capturar El Fasher, un bastión clave en Darfur. Las tropas intensificaron sus ataques en agosto, bloqueando el acceso a la ciudad y provocando un asedio que dejó a la población civil en una situación crítica.
Violaciones sistemáticas de derechos humanos
Las imágenes satelitales han revelado la construcción de barreras alrededor de la ciudad y el bloqueo de rutas de ayuda humanitaria. Se estima que más de 150.000 personas han perdido la vida a causa de la violencia en los últimos dos años, con ambos bandos acusados de crímenes de guerra.
La respuesta internacional
La Corte Penal Internacional (CPI) ha anunciado investigaciones sobre posibles crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos por las FAR. Mientras tanto, el líder de este grupo, el general Mohamed Dagalo, ha admitido que se han cometido «violaciones» y ha prometido investigar los incidentes, aunque los analistas sostienen que este intento de limpieza de imagen es muy poco efectivo.
Cambio de narrativa
A pesar de la campaña de propaganda en las redes sociales tratando de mostrar un rostro humano hacia los prisioneros de guerra, las violaciones de derechos humanos en El Fasher han generado indignación mundial. Las FAR continúan siendo objeto de investigaciones por sus atrocidades, mientras el pueblo sudanés sigue enfrentando una crisis humanitaria sin precedentes.
