Más de 2.3 Millones de Solicitudes de Ciudadanía Española: La Nueva Ley de Memoria Democrática Arrasa en Argentina
España ha visto un aluvión de solicitudes de ciudadanía provenientes de descendientes de exiliados, lo que ha desbordado sus servicios consulares a nivel mundial.
Una Apuesta por la Justicia Histórica
Desde su lanzamiento en octubre de 2022, la Ley de Memoria Democrática ha recibido más de 2.3 millones de solicitudes, con más de un millón formalizadas. Este programa, que permite a los descendientes de aquellos que huyeron de España durante la dictadura de Franco obtener la nacionalidad, ha creado una alta demanda que supera las capacidades consulares de España, según el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE).
Hasta ahora, España ha aprobado cerca del 50% de las solicitudes procesadas, con una tasa de rechazo de solo 2%. Sin embargo, muchos casos aún están a la espera de registro final.
Un Interés Sin Precedentes
El fenómeno conocido como la «Ley de los Nietos» ha registrado casi cinco veces el número de solicitudes comparado con la Ley de Memoria Histórica de 2007, que recibió 503,439 peticiones. Este auge refleja un ferviente interés por parte de quienes buscan reconectar con sus raíces españolas.
¿Quiénes Son Elegibles?
La ley contempla a los hijos y nietos de españoles que perdieron su ciudadanía debido a exilios políticos, ideológicos, religiosos o por su orientación sexual, además de los hijos de mujeres españolas que perdieron su nacionalidad al casarse con extranjeros antes de la Constitución de 1978.
Impacto en Argentina: Centro de Solicitudes
Argentina ha concentrado casi el 40% de las solicitudes, totalizando alrededor de un millón. El consulado de Buenos Aires ha recibido 645,000 solicitudes, seguido por Córdoba con 125,000. También se destacan otros consulado en La Habana, Ciudad de México, y São Paulo, entre otros.
Dos Rutas para la Ciudadanía
La ley establece dos caminos diferentes para obtener la nacionalidad española. La primera opción, de carácter reparador, permite a descendientes directos de exiliados españoles presentar pruebas simples de salida del país, como pasaportes. Para los que emigraron entre 1956 y 1978, se requiere documentación que acredite su estatus de exilio.
La segunda opción, que ha impulsado la gran cantidad de solicitudes, permite a cualquier persona nacida fuera de España con padres o abuelos españoles obtener la ciudadanía, utilizando solo certificados de nacimiento como prueba.
Un Futuro Incertidumbre para los Solicitantes
Los expertos en el área advierten que, con la actual velocidad de tramitación, algunos solicitantes podrían esperar décadas para recibir una respuesta, dejando a muchos de los más ancianos sin la oportunidad de ver la resolución de su caso.
A pesar de que el plazo de solicitudes cierra en octubre de 2025, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha indicado que el procesamiento podría extenderse hasta 2028.
