Ken Loach recibió el Oso de Oro honorífico en la Berlinale

Paulo Pécora, enviado especial La entrega del premio se realizó en el Berlinale Palast e incluyó la proyección de “Raining Stones” (“Lloviendo piedras”, 1993), con la que Loach ganó el Premio Especial del Jurado en Cannes por narrar la historia de un padre de familia, católico, que se queda sin trabajo y debe hacer todo lo posible para conseguir dinero y comprar el vestido de primera comunión para su hija. Foto: Festival de Cine de Berlín “Es una película que está todavía viva y actualmente, con la crisis que se vive en mi país y el resto de Europa, cobra mucha más vigencia y relevancia”, sostuvo el cineasta ante una consulta sobre por qué había elegido ese filme y no cualquier otro entre los que figuran entre una filmografía forjada durante 50 años de trayectoria. “Siento un gran honor y un privilegio enorme por estar aquí y recibir este premio”, declaró poco antes de recibir la distinción, en una conferencia de prensa a la que llegó sonriente. Además del Oso de Oro, el tributo que la Berlinale le ofrenda se completó con una muestra de algunas de sus películas y una clase magistral en el teatro Hebbel para jóvenes participantes del Talent Campus -entre los cuales se encuentran cinco jóvenes argentinos- y un debate en la sede de la Cinemateca Alemana en la Filmhaus de Potsdamer Platz. Ante la posiblidad de que “Jimmy`s Hall”, la película en la que trabaja actualmente, se convierta en la última de su carrera, Loach afirmó que “todo es posible, pero aún no lo sé. Veremos qué hago. Todos me piden que siga adelante, pero si bien mi espíritu sigue vivo, no sé si mi cuerpo tiene ya las fuerzas necesarias”. Su nuevo trabajo es una película de época que está centrada en la vida de un comunista irlandés que regresa a su patria y abre un club de baile: “Es una película extraordinaria para mi y creo sinceramente que el protagonista es un héroe”, aseguró. Nacido en 1936 en Nuneaton, Irlanda, como Kenneth Loach, este director de cine y televisión es muy conocido y respetado por sus películas, en las que desarrolló un estilo de realismo social con el que aborda asuntos relacionados con problemáticas de la clase trabajadora, denunciando siempre la explotación y la falta de oportunidades. En ese sentido, el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, sostuvo que «Loach es uno de los grandes directores europeos que viene demostrando una extraordinaria continuidad durante casi 50 años, aunque siempre se ha mantenido innovador, con un profundo interés por la crítica social y la vida cotidiana de los humildes y los desvalidos». En relación a sus temas preferidos, entre los que se encuentran la desocupación, las luchas revolucionarias, los abusos de los poderosos y la injusticia social, Loach sostuvo que siempre intenta “mostrar pequeñas situaciones, algo así como un microcosmos, para luego desde allí poder revelar las cosas que afectan a las sociedad entera”. Consultado sobre la crisis socioeconómica que se vive en Inglaterra y el resto de Europa, Loach sostuvo que en su país «reina un sentimiento terrible de aceptación» a las circunstancias y que lamentablemente “la sociedad está dejando que los gobernantes los sometan a un enorme grado de explotación». “Entre la clase trabajadora reina una sensación de pérdida de identidad, de desaparición de su dignidad. Hay una generación de jóvenes ingleses que perdieron las ilusiones por esta crisis”, advirtió el cineasta, y añadió: “Por eso creo que hay que organizarse para que la izquierda vuelva a tener voz”. Por otra parte, Loach consideró «intolerable» que los políticos de la Unión Europea «actúen en nombre de los ciudadanos obligando a privatizar servicios públicos, reducirlos e incluso vender la tierra. Creo que hay un futuro para la Unión Europea, pero debe basarse en la igualdad entre los países miembros».