Un residente de Pepeni, en el distrito de Sîngerei, se llevó a casa lo que creía era un juguete, sin saber que se trataba de un drone de tipo Gerbera. Al informarse del hallazgo, la policía se trasladó al lugar y encontró que el aparato había sido desmantelado. La situación fue reportada por el alcalde, Oleg Cernei, quien compartió un video del drone en un remolque adaptado a un tractor típico de la zona rural.

“Un ciudadano pensó que era un juguete y lo trajo aquí”, relató Cernei en su mensaje. “Identifiqué al individuo y avisé a las autoridades correspondientes”. Afortunadamente, la policía confirmó que el drone no contenía explosivos y no representaba un riesgo para la comunidad.

Las autoridades no especificaron el origen del drone, que se utiliza comúnmente para ataques improvisados y misiones de observación, aunque se ha vinculado a su uso por parte de Rusia en el conflicto ucraniano. Este incidente se suma a una serie de violaciones del espacio aéreo moldavo desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.

Un contexto de alta tensión

En la última semana, el espacio aéreo de Moldova fue objeto de varias incursiones por drones tras ataques rusos a Ucrania, donde, en febrero, dos drones explotaron en su territorio derivados de ataques a un puerto ucraniano cercano.

Moldova y la reacción europea

La inquietud en Europa ha aumentado considerablemente. En septiembre, se registraron vuelos no autorizados de drones en el espacio aéreo de la OTAN, lo que llevó a los líderes europeos a considerar la creación de un «muro contra drones» para mejorar la detección y seguimiento de estas incursiones. En noviembre, se implementó un nuevo sistema antidrón de EE. UU. en la parte oriental de la alianza.

La formación del programa Sentry del Este, anunciado tras una violación del espacio aéreo polaco, busca prevenir futuras intrusiones rusas. Sin embargo, algunos funcionarios europeos ven estos hechos como una prueba de la capacidad de respuesta de la OTAN ante amenazas potenciales.

Desde el Kremlin, se han desestimado las acusaciones sobre el vínculo de Rusia con las incursiones de drones, calificándolas como “infundadas”. La situación continúa siendo un tema de preocupación y vigilancia en la región y en todo el continente europeo.