No era el primero ni el único robo. En todos repetían el mismo mecanismo: las redes sociales y los grupos de compraventa eran sus espacios preferidos para convertir en plata lo que se llevaban de las casas que asaltaban. Lo que no comercializaban, lo repartían entre familiares.
«Vendo Smart de 40 pulgadas», publicaron en grupos de Zona Sur. El posteo no era casual ni pasó desapercibido: el televisor había sido robado en Berazategui, después de matar a golpes a una jubilada. La investigación permitió detener a dos acusados por el crimen y a una mujer señalada por encubrimiento. Otros dos sospechosos siguen prófugos.
La mujer usaba un perfil con nombre falso con el apodo «Moneditah Ríos» y fue la punta del ovillo. Publicaba desde celulares y táblets hasta televisores o sillas. Con esa información y algunas «tareas de entrecruzamiento de llamadas» lograron detectar a los integrantes de la banda.
A Sofía María Sliwa (78) la asesinaron la madrugada del 13 de junio de 2018. Fue cuando al menos tres personas entraron a su casa de 136 y 30, en Ranelagh, Berazategui. Una vez adentro atacaron a Sofía y golpearon a su hijo, Gerardo Vatovec (46). A la mujer le pegaron tanto que murió de «un paro cardiorespiratorio» provocado por un «traumatismo cráneo facial grave».
Al principio de la investigación hubo dos detenidos. Todos pensaron que con eso se cerraría el caso, pero lo cierto es que no tenían nada que ver con el crimen. Diego (26) y Gustavo (40) Di Francisco son hermanos y tenían en su poder pertenencias que robaron de la casa de Sliwa. Para desligarse del crimen, apuntaron contra los otros acusados. Están imputados por encubrimiento agravado, aunque no están detenidos.
Con esa versión siguió la investigación y quedó sostenida por el relato de testigos que declararon y finalmente llegaron a la banda que se dedicaba a cometer entraderas.
«A partir intervenciones telefónicas de más de tres meses y del cruzamiento de comunicaciones se logró determinar y vincular a tres hombres con cuatro hechos», explicaron fuentes del caso.
La investigación estuvo en manos de Leandro Correa, de la Fiscalía N°4 de Berazategui. Después de varios allanamientos capturaron a Brian «Moneda» Ríos, a su hermana Ailen «Moneditah» Ríos y a Gonzalo Galán. Los dos hombres fueron acusados del homicidio de Sliwa. El juzgado de Garantías hizo lugar al pedido de la fiscal y seguirán presos hasta el juicio.
Según los investigadores, Ailén era la encargada de revender las cosas en redes sociales. La acusan de «encubrimiento agravado por el ánimo de lucro», un delito excarcelable.
Además, están prófugos un hombre apodado «Mono» y otro llamado Ezequiel, que también son sospechosos de haber participado del crimen.
«En las llamadas telefónicas se los escucha hablando del hecho y de distintas cuestiones vinculadas al homicidio de Sliwa. Además pudimos establecer que había un vínculo entre ellos y un manejo de los teléfonos que, por lo menos, es sospechoso. Cambian constantemente de chips y de números para evitar ser detectados, por eso creemos que se trata de una banda que cometió otros hechos y que tenía una mecánica aceitada», aclararon las mismas fuentes.
Galán fue el único de los detenidos que declaró ante la fiscal Silvia Barrone. Aprovechó para desligarse de los hechos pero apuntó contra los hermanos Ríos y los dos prófugos.
«En las escuchas se llegó a determinar qué otros objetos robados de la casa de Sliwa, como una licuadora y una luz de emergencia, habían sido entregadas a familiares de los hermanos Ríos. Cuando empezaron los allanamientos, llamaban a la abuela y a la madre para pedirles que sacaran esas cosas de la casa», explicaron fuentes del caso a Clarín. Además, aclararon que pudo haber dinero en lo de Sliwa y que sus hijos no supieran: «Por la logística que tenían, es raro que se hayan ido sólo con los electrodomésticos».
«Mary» Sliwa era co-conductora del programa «Lo que quiero decir, lo que digo», en radio FM Espacio (91.7) de Berazategui. El programa había empezado en marzo y estaba dedicado a la literatura. Leían textos en vivo y entrevistaba a escritores.
La mujer participaba además del taller literario de adultos mayores de la Universidad Nacional de Quilmes, denominado «Pensando en voz alta esta etapa de la vida». Había sido -hasta el año antes del crimen- profesora de Química y Biología en la Escuela de Educación Media N° 5 de Berazategui, estaba jubilada y era poeta. Además, había estudiado Grafología.
Sliwa era la madre del fotógrafo Guillermo Vatovec (47) que en diálogo con Clarín contó: «La fuimos llevando en estos seis meses. Uno medio que deja que la justicia haga, que trabajen los que saben. Es muy doloroso estar pensando en eso todo el tiempo. Nos enfocamos en recordarla y en los reconocimientos a mi vieja. Pusieron una placa en una plaza de Ranelagh, en la escuela Media N°13 renombraron el laboratorio y pusieron su nombre a la calle 136». Y cerró: «Uno no sabe cómo actuar ante una cosa así. Esperamos que detengan a todos los responsables y que realmente haya justicia».
Mataron a golpes a una jubilada para robarle pero los encontraron por vender las cosas en Facebook
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