«Hasta pronto, Barcelona» es el título del comunicado que Uber ha hecho público la mañana de este jueves para anunciar que suspende su servicio en la capital catalana. Poco después Cabify ha emitido otro comunicado en el que informa de que toma la misma decisión.
Según Uber, la decisión se ha tomado debido a «las restricciones a las VTC [vehículo de transporte con conductor] aprobadas por la Generalitat de Cataluña», cuyo punto más polémico es el establecimiento de 15 minutos de precontratación, es decir, del tiempo mínimo que debe transcurrir entre que se contrata y se prestan los servicios de este tipo de empresas.
«La obligación de esperar 15 minutos para viajar en una VTC no existe en ningún lugar de Europa —afirma el comunicado de Uber— y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios bajo demanda, como UberX», reza el texto hecho público por la firma.
Esta compañía señala que desde que volvió a operar en Barcelona hace un año ha transportado a más de medio millón de personas y ha dado trabajo a miles de conductores que «han encontrado en Uber una manera de ganarse la vida».
En el caso de Cabify, aunque todavía no ha comunicado su marcha a los usuarios, la empresa que gestiona la mayor parte de la flota con la que presta sus servicios, Vector Ronda, ya comunicó a principios de esta semana que había iniciado los trámites de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que supondrá el despido de alrededor de 1.000 conductores.