Promesas Engañosas en la Zona Económica Especial de Yelábuga
Adau, una joven sudanesa, llegó a Rusia con grandes sueños de mejorar su futuro laboral, pero pronto se dio cuenta de que la realidad era muy diferente a lo que le habían prometido.
Un Comienzo Engañoso
El primer día de trabajo de Adau estuvo marcado por la confusión. Recibió su uniforme sin tener claro el tipo de empleo que realizaría. Al llegar a la fábrica de drones, quedó impactada por la cantidad de maquinaria y trabajadores.
El Programa Yelábuga Start
Con solo 23 años, Adau se trasladó a la Zona Económica Especial de Yelábuga, motivada por la promesa de un puesto a largo plazo. Se inscribió en el programa Yelábuga Start, diseñado para ofrecer capacitación profesional a mujeres jóvenes, en su mayoría de África.
Acusaciones de Reclutamiento Engañoso
Sin embargo, el programa ha sido objeto de críticas por sus métodos de reclutamiento y por las condiciones laborales adversas a las que son sometidas las participantes. A pesar de que la organización niega estas acusaciones, admite que algunas trabajadoras están involucradas en la fabricación de drones.
Una Realidad Abrumadora
Adau relató su experiencia inicial en Rusia, un viaje lleno de promesas. Pero una vez allí, la verdad sobre el trabajo que realizaría fue revelada. Firmaron acuerdos de confidencialidad que les impedían compartir información sobre sus ocupaciones con sus familias.
Accidente y Condiciones de Trabajo Peligrosas
El ambiente laboral se tornó rápidamente hostil. Adau declaró que, al poco tiempo de llegar, su vida estaba en peligro tras un ataque con drones dirigido a la fábrica donde trabajaba. Además, sufrió lesiones en la piel debido al contacto con sustancias químicas en el proceso de trabajo.
Un Regreso Complicado
Tras entregar su renuncia, muchas mujeres quedaron atrapadas en el país debido a los bajos salarios y condiciones laborales restrictivas. Adau se vio obligada a lidiar con el hecho de que su experiencia en Rusia estaba muy lejos de lo que había imaginado.
Reflexiones Finales
Sostiene que la promesa de un futuro mejor se convirtió en una pesadilla, y decidió que no podía continuar trabajando en una industria que contribuye a la guerra. El impacto emocional de esta experiencia fue devastador, alejándola de sus sueños y objetivos personales.
