El domingo 14 de enero, alrededor de las 9:30 p. m. una empleada del Aeropuerto Internacional de Tucson, Arizona, escuchó un extraño sonido. Provenía del interior del baño de mujeres. Se acercó y al ver lo que había envuelto entre ropas, se sorprendió. Dio la voz de alerta para que otros empleados y algún médico se acercara hasta el lugar. Había hallado un bebé recién nacido.
El baño estaba cerca de las oficinas que las empresas de alquiler de automóviles tienen en el interior de la estación aérea. La empleada, luego de dar aviso, intentó ubicar a la madre, sin suerte. El bebé había sido abandonado. Lo confirmó con la carta que halló minutos después.
El recién nacido estaba recostado sobre la mesa de cambio de ropa ubicada en los toilettes públicos. Las cámaras de seguridad mostraron a una mujer que desciende de un vuelo y lleva en brazos un bebé. La joven ingresa al baño y luego sale sin nada. Minutos después, la empleada encuentra al niño.
La mujer, quien aparenta tener un poco más de 20 años y posee cabello oscuro, dejó una carta junto con el bebé que fue difundida por las autoridades del Aeropuerto de Tucson en las últimas horas.
«Por favor, ayúdenme. Mi mamá no tenía idea de que estaba embarazada. Ella está incapacitada y no puede cuidar de mí. Por favor, llévenme a las autoridades para que ellos puedan encontrarme una buena casa. Solo quiero lo mejor para él, que no soy yo. Por favor. Lo siento».
Naturalmente, la misiva no lleva firma ni dice de dónde es la madre que abandonó al recién nacido. El pequeño fue llevado de urgencia en una ambulancia a un hospital cercano, donde fue atendido.
La Policía encontró en el interior del baño ropa manchada de sangre y con diferentes fluídos, lo que despertó la sospecha de que la mujer pudo dar a luz sin mucha ayuda y en una vivienda particular. El bebé está fuera de peligro.