La madre dejó al pequeño en manos de sus padres y cuando volvió a la casa se encontró con el trágico escenario.
Un abuelo borracho quemó a su nieto de 11 meses adentro del horno de su casa en Jakasia, Rusia, mientras la madre del pequeño estaba de viaje.
Viktoria Sagalakov, de 20 años, se quedó tranquila cuando dejó a su hijo Maxim en manos de sus padres en la localidad de Kharoy, para irse de viaje. Pero al regresar se encontró con los restos carbonizados del pequeño, informó el sitio Daily Mail.
La horrible escena se desarrolló el martes cuando, en un supuesto estado de borrachera extrema, los abuelos de Maxim lo introdujeron en el horno encendido. Se cree que el chico murió incinerado.