La policía del condado de Limestone, Alabama (EEUU), respondió la noche del lunes a un llamado de emergencia perturbador. «Escuché disparos», dijo un joven. Cuando los oficiales llegaron al lugar,encontraron una escena de terror: tres personas muertas, dos en estado crítico. Momentos después, el adolescente de 14 años confesó que él mató a toda su familia.
El hecho se conoció en las primeras horas del martes, cuando las dos personas heridas estaban siendo tratadas de urgencia tras ser trasladadas en helicóptero a un hospital, pero no lograron sobrevivir a los tiros.
Posteriormente, el Departamento de Policía indicó que el joven «confesó haber disparado a los cinco miembros de su familia en la residencia», y se encontraba colaborando con las autoridades para ubicar el arma utilizada, una pistola de calibre 9mm, la cual arrojó en un bosque cerca de la casa.
Las víctimas fueron identificadas como el padre, la madrastra, dos hermanos del tirador y otro pariente menor de edad, y por ahora se desconocen las circunstancias del hecho.
En el llamado al 911, el joven dijo que estaba en la planta inferior cuando escuchó disparos en el segundo piso. Sin embargo, confesó todo ante los interrogatorios de la policía.
Según la cadena local Waff 48, la escena del crimen está ubicada a solo una cuadra del Departamento de Bomberos.
John y Mary Sisk, de 38 y 35 años. Los padres del joven
Se desconoce la identidad del autor, pero se supo que estudia en Elkmont High School. La institución publicó en su página Facebook: «Por favor, oren por nuestra escuela y nuestra comunidad. Tendremos consejeros adicionales en esta jornada». El mensaje fue respondido por una multitud de usuarios que mostraron sus condolencias por lo sucedido.
En Alabama, se estima que hay al menos un arma en un poco más del 50% de las viviendas. En total, hay registradas 161.641 armas en el estado, según un estudio de 2017.
La semana pasada, un tiroteo en un partido de fútbol estudiantil de Alabama dejó 10 jóvenes heridos. Tras el ataque, fue arrestado un joven de 17 años como presunto sospechoso.
Los últimos incidentes han provocado nuevos pedidos de medidas para detener los tiroteos. Un hombre mató a siete personas e hirió a otras 22 durante el fin de semana en Texas, menos de un mes después del tiroteo de El Paso, también en Texas, en donde un atacante asesinó a 22 personas.