Los grandes supermercados quedaron bajo presión por los precios de la carne al público, y trascendió que el Gobierno quiere que hagan un gesto para bajarlos. Ayer, luego de la reunión del jueves pasado en la que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el secretario de Comercio, Augusto Costa, alertaron a frigoríficos y supermercados por las subas, Alberto Samid, vicepresidente del Mercado Central, de buena relación con los funcionarios, les apuntó a las grandes cadenas. «Lo importante es que los supermercados bajen los precios. Tienen un margen bárbaro; marcan el 200 por ciento. Ellos pueden bajar un 20 por ciento», sostuvo Samid en diálogo con LA NACION. El polémico empresario precisó que «el problema no está en la hacienda, está en los mostradores. En el mostrador tiene que valer 20 por ciento menos», dijo. Luego de la reunión presidida por Capitanich, trascendió que el Gobierno había pedido una rebaja de los precios que incluyera los de la hacienda. Pero, según Samid, eso no es lo que buscan las autoridades. «Cuando Capitanich se refirió al 20 por ciento [de baja] se refirió al precio final, no a la hacienda», expresó el funcionario y comerciante de la carne. En la reunión, Samid tuvo un intercambio con representantes de la cadena Coto. Se quejó por el precio de la colita de cuadril. «Ustedes están vendiendo a 110 pesos el kilo», les recriminó. Sugestivamente, el viernes pasado los supermercados no participaron de las compras de hacienda en el Mercado de Liniers. Y ayer repitieron la misma actitud. Algunas fuentes lo atribuyeron a la presión oficial, pese a que, de acuerdo con Samid, «no fueron [a Liniers] porque no quisieron». De todos modos, hay preocupación en las entidades gremiales del campo por la suerte del Mercado de Liniers. «La Sociedad Rural Argentina (SRA) alerta sobre las intervenciones al normal funcionamiento del Mercado de Hacienda de Liniers, referencia indiscutida en materia de precios, y sobre la necesidad de contar con una plaza concentradora de hacienda y formador de valores en la mayor transparencia», dijo esa entidad, que denunció que los aumentos de precios en rigor se deben a «políticas oficiales erradas». El viernes pasado, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) ya había advertido que desde el Gobierno se sugería a los compradores de hacienda no pagar más de un determinado precio. Ayer circularon versiones de que el Gobierno había tomado la decisión de intervenir directamente el mercado. Sin embargo, un importante directivo de esa plaza lo negó: «No hay nada de eso, y hoy [por ayer] la operatoria fue normal». Samid también rechazó las versiones. «De ninguna manera el Gobierno va a intervenir [en Liniers]. El espíritu del Gobierno no es intervenir», dijo a LA NACION. Parálisis exportadora Mientras tanto, en las últimas horas se confirmó el freno que el Gobierno aplicó a las exportaciones de carne. «Están totalmente parados los ROE (permisos de exportación) y no hay exportaciones», indicó una fuente de la industria. Sin mayores precisiones, a última hora de ayer trascendió que el secretario Costa convocó para hoy a exportadores. Sobre la actuación de Costa, que pronosticó que esta semana comenzaría a bajar la carne, fue muy crítico el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti. «Este chico está copiando o recibiendo indicaciones de [Guillermo] Moreno», expresó. Schiariti pareció referirse a versiones, coincidentes con otras fuentes, de que Moreno estaría ayudando a Costa en este tema. En medio de la necesidad del Gobierno de mostrar bajas, desde el sector carnicero, Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal, dijo que en ese sector no recibieron ningún pedido por los precios. «No nos pidieron nada; para que el carnicero baje tienen que bajar los frigoríficos», apuntó el directivo.
Advierten a los supermercados para que bajen los precios de la carne
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