Créase o no, en Argentina hay precios que bajan. Son pocos y el caso más marcado es el de los pasajes aéreos, ya afectados por la llegada de las líneas aéreas baratas, las low cost. Datos de la Ciudad marcan que los precios de volar cayeron 6,6% en lo que va del 2017 y que están sólo 6,4% más altos que hace un año. Pero el costo de moverse por tierra no corrió la misma suerte. Siguió creciendo al ritmo de una inflación del 25,4% anual, y eso generó una situación insólita. Ahora, tomarse un auto hasta el aeropuerto puede costar mucho más que el viaje en avión.
Con eso se sorprenden los pasajeros de cabotaje que despegan o aterrizan en Ezeiza. Sucede que, por recorrer los 34 km que unen el norte de la Capital con esa terminal aérea, un taxi está cobrando $ 570 de día y $ 650 de noche, con peajes incluidos, calculó Clarín. Como contraste, a quien compra con anticipación, Aerolíneas Argentinas le ofrece tickets por $ 480 para volar de Ezeiza a Rosario, un tramo de 300 km.
Aún más llamativo es lo que pasa con el remís. Desde este mes, la Cámara Argentina de Agencias de Remís (CAAR) sugiere una tarifa mínima de $ 1.000 para un servicio «estándar» entre Capital y Ezeiza. Las firmas que operan con stands dentro del aeropuerto, en tanto, están algo por debajo, aunque no tanto. Manuel Tienda León, por ejemplo, cobra $ 910. La agencia Vip Cars pide $ 740 y World Car, $ 750.
«Van de $ 700 a $ 990 según el tipo de servicio. Son tarifas que no suben desde enero y que permiten garantizar calidad, con controles exhaustivos», confirma Carlos Armentano, vocero de Aeropuertos Argentina 2000, el concesionario de la terminal. Aclara, igualmente, que la empresa «no regula» esos precios, aunque sí «hace sugerencias».
Así, hoy un remís a Ezeiza puede costar más que un pasaje low cost a de allí a Córdoba ($ 837), casi lo mismo que uno a Iguazú ($ 1.080) o Mendoza ($ 1.084), y el doble que uno a Rosario ($ 480). Santa Fe ($ 532), San Luis ($ 940), y Neuquén ($ 1.025) son otros destinos comparables
“Es una locura, pero una agencia con todo en regla tiene una serie de costos que le impiden cobrar menos de $ 1.000. Los que están muy por debajo son truchos, con algo no están cumpliendo”, asegura Alberto Coppari, directivo de la CAAR. Recuerda que el auto puede llevar 3 pasajeros. Y agrega que, con coches de “alta gama”, la tarifa a Ezeiza ya es de $ 1.400, casi tanto como lo que cuesta un vuelo barato de 1300 km a Bariloche ($ 1.404). O incluso uno a Ushuaia ($ 1.439), la ciudad del «fin del mundo».
En reacción, turistas que buscan bajar costos recurren cada vez más a esas remiserías «flojas de papeles», donde la tarifa puede caer a $ 500. O a la prohibida Uber, que ofrece tarifas de $ 500 a $ 700 y sigue operando. Lo que advierten los remiseros es que, con esa opción, «al no haber habilitación legal, el pasajero queda desprotegido ante cualquier riesgo».