El ajo: un tesoro culinario y medicinal
Este producto milenario no solo realza sabores, sino que también tiene fama por sus propiedades saludables.
Conociendo el ajo: más que un ingrediente El ajo, reconocido por su distintivo sabor, ha sido valorado a lo largo de los siglos no solo en la cocina, sino también por sus beneficios medicinales. Este bulbo, originario de Asia Central, ganó popularidad y se convirtió en un elemento esencial en diversas culturas.
Esenciales en la cocina
El ajo es un ingrediente clave en muchas cocinas globales. El chef danés Poul Erik Jenson, que enseña a futuros chefs de diferentes países, afirma que todos sus estudiantes conocen el ajo. Piensa que su importancia en la gastronomía francesa es indiscutible, ya que se utiliza en todo, desde sopas hasta caldos.
Una larga travesía
El ajo ha estado presente en la cultura humana desde la antigüedad. En civilizaciones como la griega y la egipcia, se utilizaba en rituales y como ofrenda a dioses. En la tumba de Tutankamón, por ejemplo, se encontraron ajos para su protección en el más allá.
De comida de esclavos a platos de la realeza
En la antigüedad, el ajo era ampliamente consumido, pero a menudo despreciado por las clases altas, que lo consideraban un alimento de pobreza. Sin embargo, durante el Renacimiento y posteriormente, su estatus comenzó a transformarse, siendo integrado en la dieta de reyes y nobles.
Ajo como medicina
Hoy en día, existen más de 600 variedades de ajo y es reconocido por sus propiedades antimicrobianas y antivirales. Estudios han mostrado efectos positivos en el colesterol y la presión arterial, aunque los resultados pueden variar.
Con un alto contenido de nutrientes, el ajo es considerado un «vegetal milagroso». Sin embargo, se recomienda moderación, ya que un consumo excesivo puede ocasionar molestias gastrointestinales.
