Luego de una semana entera en la que el Gobierno intentó bajarle el tono al escándalo desatado por el avión venezolano-iraní retenido en Ezeiza, Alberto Fernández se refirió por primera vez al hecho y aseguró: “No hubo ninguna irregularidad”.
“(El avión) Trajo una carga de méxico contratada por una empresa argentina. Había cinco iraníes sobre los cuales no pesa ninguna restricción”, enfatizó el Presidente en relación al piloto Gholamreza Ghasemi y otros cuatro compatriotas.
“Quisieron mostrar una cosa oscura que no es. La oposición trató de aprovecharlo a partir de un hecho tan doloroso como el atentado a la AMIA, con una denuncia del terrorismo. Es parte de la locura que se vive en la política”, dijo.
En una entrevista con el medio Radio 10, Fernández agregó en relación a la aeronave de la empresa Emtrasur -filial carguera de la estatal venezolana Conviasa- que fue inmovilizada el viernes 10 luego de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini: “El problema que tiene, sí, es la nafta. Por las sanciones impuestas por Estados Unidos no le quieren cargar”.
Minutos antes, Agustín Rossi había ratificado minutos antes la versión de que los iraníes que tripulaban el avión les estaban “enseñando a volar” a los venezolanos. “A los argentinos le digo, tranquilos. Hasta hoy está todo bien”, dijo el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en declaraciones a Radio Mitre, y aseguró que el vuelo no tenía restricciones ni alertas.
El enigma sobre el piloto iraní: el Gobierno desacredita el alerta de Inteligencia de Paraguay
El Gobierno desacreditó de esta forma el alerta que llegó desde Paraguay sobre la identidad de Gholamreza Ghasemi, a quien el titular de la Secretaría de Inteligencia del país vecino adjudicó conexiones con el terrorismo internacional a través de su presunta participación en las Fuerzas Quds, grupo paramilitar de la Guardia Revolucionaria de Irán.
“De acuerdo a lo que sabemos y confirmaron agencias aliadas, es que se trata de una persona vinculada al Quds. No es parecido, homónimo ni nada. No hay ninguna duda. Es preocupante”, sostuvo Esteban Aquino, a cargo de la SNI paraguaya, en declaraciones a radio ABC Cardinal 730 AM.
Su versión tuvo eco en un informe de la inteligencia local donde se señalan los aparentes vínculos del capitán iraní con una organización calificada como terrorista por los Estados Unidos.
Desde que se destapó el escándalo, el Gobierno intentó minimizarlo. Los funcionarios que se pronunciaron sobre el tema sostuvieron que no pesaba ninguna restricción ni alerta sobre la aeronave retenida, y que todo estaba en regla.
El futuro de la causa en la Justicia federal
El hecho impulsó una causa judicial de parte de la Justicia federal. En ese sentido, Federico Villena pidió a los organismos de inteligencia de los Estados Unidos -vía Cancillería- un informe con más datos sobre la verdadera identidad de Ghasemi.
Según revelaron a TN fuentes de la investigación, el resultado de esos documentos determinará el futuro del expediente: si los informes no vinculan a Ghasemi a ninguna organización terrorista, quedaría el camino allanado para liberar el avión y permitirles la salida del país a todos los tripulantes y pasajeros.
Si, por el contrario, EEUU marca efectivamente al piloto como integrante de grupos terroristas, la causa -hoy bajo secreto de sumario- daría un giro, generando un escándalo de escala internacional.
Ghasemi está alojado en un hotel de Canning al igual que sus cuatro compatriotas y los 14 ciudadanos venezolanos que tripulaban la aeronave inmovilizada. Todos tienen prohibido salir del país.