El cantante español Alejandro Sanz se presentó el jueves por la noche en el estadio GEBA en el primero de sus dos shows en Buenos Aires, y enamoró a las miles de fanáticas que corearon los grandes éxitos de su carrera y los temas de su último disco, «Sirope», y contó con la participación de Luciano Pereyra. En casi dos horas de concierto, Sanz, uno de los artistas de habla hispana más reconocidos, cautivó al público con un repasó de sus clásicos y de las canciones de su último trabajo. El cantautor español desplegó sobre un escenario imponente todo su carisma, demostrando que en casi 30 años de carrera ya se mueve como pez en el agua y no le hacen falta movimientos exagerados ni un gran despliegue físico para despertar alaridos y mantener la atención de sus fans. En un escenario con una extraordinaria puesta, con pantallas gigantes de alta definción y luces multicolores con enormes tubos de led diseñados como diamantes, Sanz inició la faena con «El silencio de los cuervos», primer corte de «Sirope», disco que tras su lanzamiento en mayo del 2015 se convirtió en un récord de ventas en España y en América Latina. «Solo digo Buenos Aires y ya no tengo que decir más nada», disparó el cantautor de 47 años con su inconfundible tono de voz desgarrada, arrancando el primer griterio ensordecedor de la noche. Para que la temperatura siga subiendo, Sanz invitó a escena a uno de sus grandes amigos argentinos, el cantante Luciano Pereyra, junto a quien cantó «Desde cuando», el primer tema romántico de la noche, y a quien no dudo en señalar como «el español más argentino». De forma vertiginosa siguieron «Quisiera ser», «No me compares» y «La música no se toca», con la gente acompañando a coro. Aplausos y gritos desaforados fueron el marco ideal para el primer medley, donde el madrileño entonó un poker de sus clásicos más recordados y románticos, como «Amiga mía», » Mi soledad y yo» , «¿Y si fuera ella?» y culminando con «Corazón Partio», que elevó la temperatura en la fresca noche de Palermo. Dando muestra de su capacidad para manejar el cimax y al público, sobretodo al femenino, el español siguió la noche con las baladas «Labana», «Camino de Rosas» y «Un zombie a la intemperie», para continuar con «Looking for paradise» y «No es lo mismo», en lo que parecía el final de la primera presentación en Buenos Aires. La estrella de la noche se despidió, pero nadie se movió de su lugar, pidiendo más. Sanz volvió al escenario para cantar «¿Lo ves?», «A que no me dejas», «Llega, llegó Soledad» y «Capitán Tapón», este último tema dedicado a su pequeño hijo Dylan, y despedirse con «Viviendo de Prisa» y «Pisando Fuerte». Sanz inició su gira por nuestro país el 28 de febrero en Rosario, pasó el 1° de marzo por Córdoba y, luego de su presentación de anoche en el estadio de GEBA, se despedirá de Buenos Aires en el mismo escenario el sábado.
Alejandro Sanz volvió a seducir a las argentinas
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