«A quien señale que no quiere integrarse, le recortaremos las prestaciones. Desde mi punto de vista se debe asociar también con la asistencia a cursos de idiomas y al respeto de las reglas básicas de nuestra vida en común», agregó, según refleja también la agencia de noticias DPA. «Todas las personas en Alemania, sin importar su origen étnico, deben hacer un esfuerzo, buscar empleo y mantenerse a sí mismos», explicó la también responsable de Asuntos Sociales. Alemania recibió 1,1 millón de refugiados en 2015. En este contexto, Nahles reclamó que los solicitantes de asilo puedan mantenerse ellos solos al principio y «no solicitar ayuda social desde el principio». Según un estudio publicado hoy por el Instituto de Economía Alemana de Colonia (IW), alojamiento, alimentación, así como cursos de integración e idiomas para los refugiados, le costarán al Estado alemán éste y el próximo año un total de casi 50.000 millones de euros (54.245 millones de dólares). De acuerdo con ese pronóstico, los costos derivados de la gran afluencia de refugiados en el país ascenderán en 2016 a los 22.000 millones de euros. Si la cifra de inmigrantes asciende a los 2,2 millones, el costo el próximo año será de 27.600 millones de euros, indicaron los expertos sobre los refugiados, que en 2015 ascendieron a 1,1 millones. Si este pronóstico se hace realidad, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, tendrá que crear nueva deuda como muy tarde en 2017, agregaron. Por tal razón, la Oficina de Empleo de Alemania (BA) alertó hoy que la integración de los refugiados en el mercado laboral germano será un largo proceso que durará años. «No deberíamos tener grandes esperanzas», afirmó el nuevo miembro de la junta directiva de la BA Detlef Scheele, en declaraciones al diario alemán Süddeutsche Zeitung. «Si todo transcurre bien, el primer año tras su llegada quizá un diez por ciento tenga trabajo, tras cinco años esa cifra ascenderá a la mitad y tras 15 años será un 70 por ciento», explicó. La BA calcula en base a sus datos de 2016 que 350.000 refugiados vivirán de la ayuda social alemana. Asimismo, señaló que los niños que ahora van a la escuela en Alemania tienen buenas perspectivas de convertirse en mano de obra cualificada en el futuro. «Quien sea menor de 35 años tiene buenas posibilidad de formarse para un trabajo, pero las personas con edades notablemente por encima de los 40 será difícil», afirmó Scheele. En otro orden, el gobierno alemán planea aumentar el número repatriados afganos dado el fuerte incremento del flujo de refugiados procedentes de ese país, según informó hoy el ministro del Interior de Alemania, Thomas de Maizière, durante una visita a Kabul. «Traficantes de personas están difundiendo en Afganistán rumores sobre situaciones paradisíacas en Alemania para hacer negocios. No queremos eso», afirmó de Maizière. A juicio del ministro germano, los afganos que se encuentran en Alemania sin perspectivas de obtener asilo deberían retornar voluntariamente a su país, concretamente a aquellas regiones afganas que son seguras. Alemania está dispuesta, agregó, a estimular esas repatriaciones dándoles a su vuelta al país una cantidad de dinero para que empiecen a crear una nueva base de subsistencia. «Desde luego que la situación de seguridad en Afganistán es complicada», admitió De Maiziere. «Sin embargo, Afganistán es un país grande, donde hay regiones inseguras y regiones seguras», agregó. Según el ministro del Interior, la mayoría de los afganos que se trasladan a Alemania no lo hacen porque teman por su seguridad, sino porque quieren construir un futuro mejor para ellos y por eso el número de afganos que huye a Alemania aumentó enormemente. Las autoridades alemanas registraron el año pasado a más de 150.000 solicitantes de asilo afganos, por lo que forman el segundo mayor grupo por nacionalidad, después de los sirios. En 2014, solo unos 9.700 afganos habían presentado solicitudes de asilo en Alemania.
Alemania advirtió que los refugiados que no se integren, sufrirán el recortes
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