La Cámara que agrupa a las empresas productoras de huevo manifestó su preocupación por la situación que afrontan los productores desde comienzo del año. Javier Prida, Presidente de la Cámara de Productores Avícolas de la Argentina (Capia) afirmó que los costos se incrementaron un 82%, en un contexto en que la caída del consumo empieza a hacerse preocupante, y las exportaciones a deteriorarse. «Estamos en una coyuntura de sobreoferta mundial, que se combina con una situación local difícil, donde la gente tiende a consumir menos proteínas animales, lo que genera que los productores estén sin márgenes de ganancias», admitió Prida, justo en momentos en los que el sector celebra su Día Nacional (2 de julio). En ese contexto, el empresario destacó que la competitividad ganada con la devaluación del tipo de cambio se licuó por la suba de costos (sobretodo laborales y tarifarias), y el mantenimiento de la presión impositiva: el IVA sobre el huevo es del 21%, mientras que para la carne, el maíz y la soja, el impuesto es del 10,5%. «Reclamamos una mayor participación del Estado en la protección de los productores. Si bien los precios crecieron un 27% en los últimos meses, hoy se está pagando $ 9 final al productor por huevos de primera calidad, que se venden $ 20 la media docena en góndola», afirmó. Según datos del Ministerio de Agroindustria de la Nación, en los cuatro primeros meses del año, la producción de huevos creció un 5%, mismo nivel que las exportaciones de huevo industrializado. Estos niveles, sin embargo, quedan chicos comparado con el rendimiento de los últimos años. De 2014 a 2015, las exportaciones de huevos con cáscara pasaron de 296 toneladas a 644 toneladas, un alza del 54%, con mercados claves como Israel, Emiratos Árabes y la apertura del mercado estadounidense. En cuanto a la producción y el consumo, el alza fue más discreta. Ambos segmentos crecieron a un ritmo del 3% anual en 2015 (contra 2014). Se produjeron 12.177,3 millones de unidades en las granjas nacionales, contra 11.774,7 millones durante 2014, mientras que el consumo pasó de 256,7 huevos per cápita en 2014 a 265,1 en 2015. «Tuvimos una buena rentabilidad en los últimos tres años, donde los productores pudieron generar un colchón de reservas y llevar a cabo la modernización e industrialización de equipos. Pero esa rentabilidad cayó este año», afirmo Prida, que preside un sector que agrupa cerca de 1100 productores de huevo, con alrededor de 150 establecimientos productivos. Entre las medidas de estímulo que reclaman para el sector, además de cuestiones impositivas relacionadas con la unificación de la carga impositiva (en la actualidad cruzada a nivel municipal, provincial y nacional, lo que duplica los tributos que termina pagando el sector), se encuentran la reapertura de mercados de extranjeros para el huevo, con políticas crediticias. Según datos de Capia, la Argentina pasó de ser el cuarto exportador de huevo en polvo en 2010, a ser el decimoprimero en 2015, situación provocada por la falta de estimulo a los mercados externos y la ausencia de herramientas financieras blandas.
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