El gobierno de Bélgica, redobla sus esfuerzos para obligar a las empresas Amazon y Apple a pagar impuestos en diversos sitios de Europa, algo que reaviva las tensiones transatlánticas en medio de una campaña de la UE contra la evasión entre las grandes compañías multinacionales. Desde Bruselas se ordenó a Amazon a devolver a Luxemburgo cerca de 250 millones de euros por haberse visto beneficiado de ventajas fiscales de manera ilegal. Mientras tanto, las autoridades europeas de la competencia obligarán a Irlanda a cobrarle a la firma Apple 13.000 millones de euros por los impuestos que adeuda. Denunciaron al país ante el Tribunal de Justicia de la UE por no haber recuperado un solo euro de la cantidad exigida hace ya más de un año. Margrethe Vestager, la comisaria europea de Competencia, aseguró que todas las compañías deben pagar la porción justa del impuesto. Tras una investigación que llevó casi tres años, la comisión estimó que el gigante Amazon se vio beneficiado por casi una década con un acuerdo fiscal ventajoso que le permitió recibir ayuda estatal ilegal de Luxemburgo, el centro de sus operaciones europeas. «Luxemburgo le otorgaba beneficios fiscales ilegales a Amazon. Como resultado, casi dos terceras partes de las ganancias de la empresa no pagaban impuestos», aseguró Vestager. «En otras palabras, a Amazon se le permitió pagar cuatro veces menos impuestos que otras empresas locales sujetas a las mismas normas tributarias nacionales. Eso es ilegal según las regulaciones de asistencia estatal de la UE. Los estados miembro no pueden conceder beneficios fiscales selectivos a grupos multinacionales que no estén disponibles para otros», se sostuvo. En una declaración reciente, las autoridades de Luxemburgo han dicho: «Como Amazon pagó impuestos según las normas fiscales aplicables en ese momento, Luxemburgo considera que la compañía no recibió ayuda estatal incompatible». La medida se tomó 14 meses después de que la comisaria determinó que los acuerdos fiscales que tenía Irlanda con Apple constituían una ventaja ilegal y ordenó al país recuperar la suma récord 13.000 millones de euros por impuestos adeudados. Cansada de esperar ese pago, Vestager decidió ayer presentar a Irlanda ante el Tribunal de Justicia de la UE por no haber cumplido con su decisión de 2016, la cual Irlanda describió como «lamentable». Apple está apelando ante esta situación. La decisión en cuanto a Apple llevó a un feroz contragolpe político desde Washington. La orden de la comisión para que se paguen los impuestos adeudados podría reavivar las tensiones transatlánticas justo en un momento en que la Casa Blanca analiza reformas tributarias que alienten a las multinacionales norteamericanas a repatriar ganancias extranjeras que permanecen en el exterior. En EE.UU., la comunidad empresaria y el Congreso reaccionaron con enojo frente a la decisión en cuanto a Apple en 2016 y advirtieron que podría poner en peligro la inversión extranjera y provocar represalias. Tim Cook, CEO de Apple, describió el caso de la comisión como «una estupidez política total», mientras la empresa no comentó la noticia de ayer. Vestager determinó que la resolución fiscal de 2003 que sostiene la estructura del negocio europeo de Amazon supuestamente le permitió de forma indebida reducir las ganancias europeas imponibles mediante el pago de regalías intergrupo a una sociedad exenta de impuestos. Luxemburgo y Amazon hace tiempo que niegan haber actuado mal. Amazon, por su parte, dijo: «Creemos que Amazon no recibió ningún tratamiento especial de Luxemburgo y que pagamos impuestos de acuerdo al derecho tributario internacional y de Luxemburgo. Estudiaremos la decisión de la comisión y analizaremos nuestras opciones legales, incluyendo una apelación». El caso de Amazon es el cuarto iniciado por la comisión europea desde que empezó a estudiar el sistema tributario en 2013.
Amazon y Apple, obligados a devolver dinero por impuestos impagos
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