Aníbal Fernández aseguró hoy, al cumplirse trece años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán durante una represión policial en el Puente Pueyrredón, que reprimir ante un corte «no tiene ningún sentido. Lo pensaba en esa situación y lo pienso ahora”. El ser consultado por una periodista en la puerta de la Casa de Gobierno sobre por qué la hermana de Maximiliano Kosteki lo responsabiliza dijo: “Son esas cosas que nunca termino de entender, porque la hermana de Kosteki ha enarbolado esa bandera que yo la podría resolver con una querella y ahí parar las cosas. Pero encima de haber sufrido la pérdida de un familiar en una situación absolutamente desgraciada uno va a cometer esa situación, me pareció que era una locura, que yo no debía actuar de esa manera”. Detalló que “por el mes de junio del año 2002 por instrucciones el Presidente de la nación viajé con el Canciller, el día 14 de junio, al comité de descolonización de Malvinas en Nueva York, y desde Nueva York viajé hasta Sudáfrica con una comisión de empresarios argentinos. El Presidente Thabo Mbeki no estaba, por lo que (el entonces presidente Eduardo) Duhalde me ordenó que fuera a esta reunión de empresarios. Así que viajamos del día 14 a Nueva York y después hacia Sudáfrica, y volví el 26 de junio por la tarde, cuando hacía cuatro o cinco horas que se habían sucedido los hechos”. “¿Qué tengo que ver yo que hacía doce días que no estaba en el país? Absolutamente nada. Segundo, ¿qué función desempeñaba en aquel momento? Era Secretario General de la Presidencia, que no tiene absolutamente nada que ver con la seguridad”, afirmó. El Jefe de Gabinete señaló que le recomendaron leer el libro Darío y Maxi, dignidad piquetera, donde se encuentra contado todo lo sucedido. Afirmó que el libro “cuenta la historia de lo sucedido e imputa a los que han tenido algo que ver a un año de los sucedido” ya que se publicó en 2003. Dice Fernández que tanto en la primera edición como en las sucesivas de 2005 y de 2012 no figura él, más que como alguien que había sido intendente en la zona sur (por Quilmes). Al ser consultado sobre si hay responsables políticos dijo: “No lo puedo saber, no soy investigador. Si usted me pregunta si yo tengo responsabilidad política, no tengo ninguna responsabilidad política, cero”. “En aquella oportunidad, tal cual lo declaré en la causa, me entero de lo que va suceder ese 26 de junio en el Puente Pueyrredón un mes antes porque me llama Raúl Castells y me cuenta que va a haber un montón de cortes pero va a haber un conflicto muy severo en el Puente Pueyrredón porque se está preparando para eso. Yo se lo hice saber a las autoridades del momento. No puedo hacer otra cosa. Traslado una inquietud”, indicó. Además señaló que “mientras nosotros buscábamos qué fue lo que sucedió, Felipe Solá tomaba mate con (el comisario a cargo del operativo en el que se asesinó a Kosteki y Santillán, Alfredo) Franchiotti”, dijo el funcionario. “Yo habré llegado a las tres de la tarde, llegué a Ezeiza e hice migraciones. Me subí a un helicóptero para ir a Olivos directamente, había cortes en un montón de lugares. Y el comisario Marcelo Gutiérrez fue el que, en el helicóptero, me dijo que hubo dos muertes en el Puente Pueyrredón”, recordó Fernández. Al ser consultado sobre si él cree que los sucedido en Puente Pueyrredón marcó la política hacia las manifestaciones, Aníbal Fernández dijo: “Yo nunca tuve ese interés de que sucedieran esas cosas. Yo recuerdo que había viajado con el doctor Duhalde a algún lugar, bajamos en Aeroparque, subimos al helicóptero para venir directamente a Olivos, donde había una reunión en el salón que se lo denomina jefatura de gabinete, donde manifestaban la decisión de que no tenían que pasar por el Puente Pueyrredon. Yo les dije en ese momento, y lo declaré en la causa madre que está en Avellaneda, que estaba en desacuerdo, que yo no creía que tenía que haber represión.
Aníbal Fernández sobre Kosteki y Santillán «Fue una situación absolutamente desgraciada»
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