Un joven recibió un ladrillazo en la cara por estacionar en un lugar reservado para discapacitados en la puerta de su casa, en el barrio porteño de Caballito. Si bien existe una infracción, el joven aclaró que tenía un arreglo con la vecina que presenta la discapacidad para poder estacionar cuando ella no lo usase ese espacio.
Emiliano, la víctima, relató que su vecina, con quien convive en el mismo edificio, le pidió que corriera el auto pero inmediatamente fue agredido por familiares de la mujer. Uno de los atacantes lo golpeó con un objeto contundente que le provocó una fractura de órbita, conmoción cerebral y posible desprendimiento de retina.