Como aprender a decir “basta”
Mucha gente se encuentra trabajando demasiadas horas, durmiendo poco, o dejando de tener en cuenta sus propias necesidades por tener en cuenta las de otros primero.
No hay nada malo con ser generoso, y ayudar al otro es un acto noble, pero no por eso es necesario descuidarse a uno mismo.
Los motivos
Para aprender a decir “no”, primero debés identificar por qué no puedes hacerlo.
¿Le huís a las confrontaciones? ¿Te importa gustarle a la gente? ¿Temés que los demás se sientan rechazados? ¿Te da miedo no ser cortés? ¿No querés cerrar puertas?
Es probable que te identifiques con alguno de esos motivos. ¡Pero es hora de derrumbar algunos conceptos erróneos! Podes decir “no” tan cortésmente como decís “sí”. No importa tanto qué es lo que estás diciendo: importa más cómo lo digas.
¿Por qué decir que no?
Porque merecés disponer de tu tiempo como mejor que parezca. Porque hacer favores sin tener ganas invariablemente conduce al resentimiento. Y porque, seguramente, tu interlocutor pueda conseguir lo que te está pidiendo de otra forma. ¡No es necesario acudir al rescate de todo el mundo!
Soluciones prácticas
Para el que no tiene la costumbre de decir “no”, acostumbrarse a hacerlo puede sentirse incómodo o raro. Por eso es útil tener en mente una lista de frases que ayuden, y decirlas sin miedo.
“No soy la persona indicada. Pero seguramente X pueda ayudarte”: no estás quitándote un peso de encima ni mandándole una carga a otra persona. Si de verdad no sos la persona indicada para determinada situación, ¿por qué no sugerir a alguien que sí lo es?
“No, tengo otras obligaciones”: No tengas miedo de poner las cosas que debes hacer, sobre las cosas que otros piden que hagas.
“En este momento no puedo, pero sí voy a poder en X”: A veces una tarea que nos resultaría sencilla en dos días, una semana o un mes nos resulta una empresa dificilísima en el momento en que nos preguntan. No hay que temerle a la honestidad: es mejor decir que no que prometer algo que no podemos hacer.
“Lo voy a pensar”: ¿Necesitás consultarlo con la almohada? ¿Evaluar si sos capaz de hacer ese favor o no? No tengas miedo y decilo. Y si luego de pensarlo, tu respuesta es “no”; no es necesario dar excusas.
“No puedo”: Simple y claro.
Errores comunes
No te disculpes: tenes el derecho de decir “no”.
No sobreexpliques: en realidad, nadie necesita conocer tus motivos. Explicar el por qué de tu “no”, lleva a que la persona pidiéndote el favor intente convencerte de por qué deberías decir “sí”
Por último
Si decir que no te sigue resultando incómodo, ¡es normal! No renuncies. En poco tiempo se va a sentir genial tomar control de tu propia vida.
Fuente http://www.periodismo.com/2016/08/13/tips-para-aprender-a-decir-basta/