La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires autorizó las casas de juego on line en el ámbito porteño, lo que abre la puerta a realizar apuestas a partidos de fútbol y otros espectáculos deportivos por internet. La actividad, que hasta ahora era ilegal, le permitirá al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta a recaudar una suma estimada de $500 millones por año.
La ley obtuvo 34 votos a favor del oficialismo y 22 en contra de bloques del arco opositor, que plantearon su resistencia respecto de la idea de legalizar este tipo de modalidad por los perjuicios que puede tener la actividad, como la ludopatía.
La iniciativa crea «los juegos en línea» y los distingue entre «de azar o destreza, apuestas deportivas, apuestas juegos virtuales y apuestas eventos no deportivos realizados mediante la utilización de máquinas, instrumentos o soportes, de cualquier tipo o tecnología».
En una suerte de tándem, una medida similar ya había sido sancionada por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. De hecho, la votación en la Legislatura estuvo acompañada por un convenio firmado entre Rodríguez Larreta y Vidal para coordinar acciones en la explotación de los juegos en red entre ambas jurisdicciones.
En la Provincia de Buenos Aires, la legalización de las apuestas por internet tuvo una dura respuesta de la Iglesia Católica. Mediante un documento, la Comisión Episcopal Argentina (CEA) advirtió que con la regularización de la actividad «cada casa puede convertirse en un casino» y alertó por los efectos que tendrá en las familias más vulnerables que, frente a la crisis económicas, pueden pensar en «soluciones mágicas» para resolver su situación.
Según explicaron funcionarios del gobierno de la Ciudad ante la Legislatura, se detectaron cerca de 1.000 páginas de internet que comercializan juegos de azar de manera clandestina. Desde su punto de vista, la normativa apunta a que el Estado pueda regularizar las apuestas en internet y proteger así «los derechos de menores, consumidores y usuarios, así como también prevenir el lavado de activos«.
La medida, sin embargo, tiene algunas restricciones. Prohíbe que sean apostadores de los juegos en línea vinculados con eventos deportivos -como los partidos de la liga de fútbol- a «los deportistas, entrenadores u otros participantes directos en el acontecimiento o actividad deportiva sobre la que se realiza la apuesta y los directivos de las entidades deportivas participantes u organizadoras respecto del acontecimiento o actividad deportiva sobre la que se realiza la apuesta».
La legisladora de la oposición Inés Gorbea, del bloque Evolución, afirmó que la ley refleja «una clara política recaudatoria del Gobierno porteño» y sostuvo que «va a perjudicar a los ciudadanos de la Ciudad, por eso nos resulta inadmisible acompañarla».
El diputado Gabriel Solano, del Partido Obrero, calificó de «daño enorme a la ciudadanía» a la regularización del juego on line; mientras que la legisladora kirchnerista Paula Penacca dijo que «es un proyecto nefasto» que va a «terminar con un aumento de casos de ludopatía».
El proyecto de legalización de las apuestas por internet fue aprobado en la última sesión del año de la Legislatura porteña, donde se votó también el nuevo Código Contravencional, que prohíbe la actividad de los «trapitos» y limpiavidrios, agrava las penas contra el acoso callejero, regula los ruidos molestos y crea figuras como la del hostigamiento digital.