Responsables y expertos de la cartera sanitaria nacional, a cargo de Juan Manzur, y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a cargo de Carlos Casamiquela, participarán mañana de una jornada de trabajo dedicada a exponer los avances de la iniciativa “Argentina Libre de Grasas Trans”, lanzada a partir de los cambios introducidos en 2010 en el Código Alimentario Argentino (CAA) y los compromisos asumidos de cara al futuro. El encuentro, preparativo para la entrada en vigencia de las modificaciones al CAA, se realizará de 10 a 17 en la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, ubicada en Av Julio Argentino Roca 782. La apertura estará a cargo del viceministro de Salud, Jaime Lazovski. Posteriormente, el director de Promoción de la Salud y Enfermedades No Transmisibles, Sebastián Laspiur, explicará el alcance de la iniciativa y su impacto en la salud. A su vez, Matías De Nicola, director del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), hablará sobre los avances de la Estrategia Federal para la Reducción de Grasas Trans en Alimentos. En representación de los organismos participantes en el proceso “Argentina 2014 libre de grasas trans” disertarán Cecilia Moreno, por el Ministerio de Agricultura; Emiliano Kakisu, del INAL; Ricardo Pollak, de la Asociación de Grasas y Aceites; y María Rosa Rabanal, por la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal). En relación con las investigaciones sobre las grasas trans, Adolfo Rubistein expondrá sobre el impacto sanitario y económico de las políticas para eliminar las grasas trans en la Argentina; Raúl Mejía lo hará sobre el desarrollo y validación de un cuestionario para vigilancia del consumo de alimentos ricos en grasas trans, y Verónica Schoj, de la Federación Interamericana del Corazón (FIC Argentina), se referirá a la evaluación de rótulos y listas de ingredientes en los alimentos procesados en el país. Las grasas trans de origen industrial son ácidos grasos (AGT) que se forman durante el proceso de hidrogenación parcial de aceites vegetales para formar grasas semisólidas. También pueden producirse durante la refinación de los aceites y durante la fritura cuando el calentamiento se realiza a muy altas temperaturas, por tiempos prolongados y con aceites poliinsaturados. Estas grasas tienen efectos adversos para la salud: la evidencia científica vincula el consumo de ácidos grasos trans de origen industrial con alteraciones del metabolismo de lípidos en la sangre, inflamación vascular y desarrollo de enfermedades cardio, cerebrovasculares y renales. Su exceso tiende a adherirse y engrosar las paredes de las arterias y venas de todo el organismo. Sencillamente, estas grasas aumentan el llamado “colesterol malo” y reducen el “colesterol bueno”. Las modificaciones introducidas en el artículo 155 del CAA establecen que “el contenido de los ácidos grasos trans de producción industrial en los alimentos no debe ser mayor a 2% del total de grasas en aceites vegetales y margarinas” y “a 5% del total de grasas en el resto de los alimentos”. Ese mismo artículo precisa que, “a fin de facilitar y efectivizar el cambio tecnológico en las industrias elaboradoras de alimentos, la norma previó un plazo de adecuación”: principios de diciembre de 2012 para aceites vegetales y margarinas, y principios de diciembre de 2014 para los demás alimentos. Los cambios aportados al CAA fueron el inicio de un proceso participativo entre el Estado, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil para la regulación de alimentos industrializados. Con la inminente finalización de los términos de adecuación a la norma del CAA, el proceso se focaliza en la concreción de un plan federal de fortalecimiento del sistema de control de alimentos en las áreas de vigilancia, auditoria y laboratorio impulsado desde el INAL.
Avances alcanzados para una «Argentina Libre de Grasas Trans»
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